Grifo de agua salada en la calle Real

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

A Mundiña cuenta con sótano, planta baja y primer piso con una sala iluminada con la claridad de la Marina y la luz de la calle Real

13 jun 2018 . Actualizado a las 11:47 h.

«Nos produce un enorme respeto la gran expectación generada. Esperamos estar a la altura», comenta Rafa Varela. Faltan unos minutos para que el sueño de muchas noches se haga realidad. Silvia Facal, jefa de cocina, ordena los pescados, Álvaro Ameijenda escudriña cada rincón en busca de algo que no esté perfecto. Los primeros comensales asoman. A Mundiña de la calle Real ya es una realidad. Me llama la atención el tercer grifo. «Disponemos del de agua caliente, otro de fría, y uno para salada que Silvia utilizará para hidratar y cocer pescados y mariscos. Es algo que ella demandaba y que la va a resultar muy práctico. Contamos con un depósito en el sótano gracias a la empresa Auga Mareira de Cambados», explica Rafa. En la calle Real y la Marina sucedieron muchas cosas a lo largo de la historia, pero hasta ayer no hubo grifo de agua salada. Al margen de esta anécdota lo cierto es que la apuesta hostelera de estos profesionales de la Costa da Morte es de primer nivel. Sótano, planta baja y primer piso con una sala iluminada con la claridad de la Marina y la luz de la calle Real. Por fin un restaurante en una primera planta en esta zona noble de la ciudad. Se echaba de menos. No cambia la procedencia y la calidad de la materia prima, pero sí el espacio donde tratarla y servirla. El viejo Oxford resucitó con color madera. Con tonos neutros y blancos. Con solera. Ahí tienen a los propietarios de A Mundiña en las ventanas de la primera planta que asoman la calle Real. «Tanto estas mesas como las que dan a los jardines de Méndez Núñez van a ser muy demandadas», comentan entre nervios, prisas de última hora y la ilusión de un estreno imponente. Mientras tanto, el local de la calle de la estrella se convertirá en bodega tras una pequeña reforma.