Absuelven a un joven por agredir a su amigo tres veces al padecer «pensamiento de tipo mágico»

a. mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

El procesado había agredido a un amigo con un martillo, causándole una herida en la cabeza que requirió 8 puntos de sutura

09 jun 2018 . Actualizado a las 13:06 h.

Un joven que permaneció varios meses en prisión tras golpear a un amigo fue absuelto finalmente después de que un forense determinara que el procesado no podía ser imputado debido a que padece esquizofrenia y «pensamiento de tipo mágico», que consiste en construir ideas apartadas de la realidad. El ahora absuelto y el agredido se conocieron en un centro de discapacitados de A Coruña y entablaron amistad. Pero el 19 de agosto del 2016 discutieron acaloradamente por una chica. Hasta el punto de que el procesado agredió al otro con un martillo, causándole una herida en la cabeza que requirió 8 puntos de sutura.

Fue juzgado por ello en la sala de lo Penal número 3 y terminó siendo condenado a dos años de prisión. No le aplicaron atenuante y le impusieron una orden de alejamiento. No ingresó porque el juez le suspendió la pena con la condición de que no volviera a delinquir durante dos años.

El pasado 28 de enero, con la orden de alejamiento en vigor, se dirigió a Cambre, donde residía la víctima. Era su cumpleaños y, lejos de celebrarlo, fue en busca de su examigo y lo volvió a agredir en el portal de su casa. Unas tres horas después, regresó de nuevo a la misma localidad y, esta vez en una cafetería y delante de los clientes, le volvió a pegar. No solo a él, sino también a su madre, a la que además amenazó antes de abandonar el lugar. Fue detenido a los pocos minutos y puesto a disposición judicial. El titular del juzgado de guardia ordenó su ingreso en prisión, pues había infringido la orden de alejamiento y la condición de que no volviese a delinquir durante un período de dos años.

Estuvo en la cárcel hasta el día del juicio, cuando finalmente lo absuelven después de que un forense determinase que padecía esquizofrenia y tenía «pensamiento de tipo mágico». Fue eso lo que le llevó a la agresión. Según explicó el propio procesado, defendido por el penalista coruñés Diego Reboredo, pensaba que al ser su cumpleaños tenía que «pasarle algo bueno», como que una chica, conocida por ambos, lo llamase a él para ir a tomar algo. Como la mujer no lo hizo, culpó de ello a su amigo. Solo le impusieron medidas de seguimiento.