«No sé qué se pretende con el 'Yo sí te creo, hermana'. La sentencia sí la cree»

Mila Méndez Otero
MILA Méndez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Las dos expertas participaron en una jornada sobre la violencia de género en A Coruña

31 may 2018 . Actualizado a las 09:59 h.

Las suyas son dos carreteras dedicadas a los derechos de la mujer. María Tardón como jueza y presidenta de la Sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid, y M.ª Jesús Alcázar como jefa de Enfermería del Hospital Infanta Sofía. Ambas participaron como ponentes en la jornada organizada por el Colegio de Enfermería y la UDC sobre violencia machista. Catorce años después de la aprobación de la ley integral que permitió la creación de los órganos judiciales especializados en violencia de género, María Tardón incide en la importancia de las denuncias: «Sin ellas, difícilmente podremos hacer justicia». La tercera edad es una las franjas que más preocupa. «Cuando una mujer lleva 40 años sufriendo una situación de violencia, la puedes ayudar a tener una vida libre de ella, pero el daño psicológico es irreparable».

La adolescencia es otra de las etapas críticas. Se remite a los datos de la última encuesta de la Agencia de los Derechos Fundamentales. «Una de cada tres entrevistadas de entre 15 y 30 años admitió agresiones. Hablamos de 62 millones de mujeres en esta Unión Europea nuestra tan avanzada». Tiene una postura clara sobre las denuncias falsas: «Solo me ha llegado una en toda mi extensa carrera». Avanza que no se va a pronunciar sobre una sentencia objeto de recurso, la de la Manada. Pero sí quiere insistir en un punto: «Cuando se dice ‘Yo sí te creo, hermana’. No sé si se pretende atacar la sentencia. La sentencia también la cree. Es lo único que puedo decir».

Antes de llegar a los tribunales, los casos tienen que ser denunciados... o detectados. Un proceso en el que los sanitarios tienen un papel protagonista. «Cuando ellas o un hijo están ingresados, se sienten más liberadas, fuera del entorno familiar», explica M.ª Jesús Alcázar, que entre el 2009 y el 2012 fue jefa de Enfermería del CHUS. Nunca podrá olvidar el primer caso que también salpicó a los hijos de la pareja. «Dos gemelas de un año y medio fueron violadas por el compañero de su madre. Una murió», recuerda aún afectada. En el 2017 fallecieron 8 menores por violencia machista. Lamenta Alcázar que ellos son «los grandes olvidados» y pide especialización y formación para actuar desde «la perspectiva del menor».

En este tiempo también hubo muchos logros. «El más importante es el respeto con el que los equipos atienden a las víctimas. Para mí, que tengo asegurada la comida de esta noche, cenar no es algo prioritario. Sí lo es para quien no la tiene. Tenemos que conocer qué necesidad tienen sin ningún prejuicio. Como que esto solo pasa en las clases sociales deprimidas. Ya lo decía Kant, el que tienes enfrente es otro tú», manifiesta la sanitaria.

Ambas reiteran la necesidad de avanzar. «Abordar la lucha contra la violencia de género de una forma integral, más allá del ámbito de la pareja», dice la jueza. Se refiere a la trata de seres humanos y a las agresiones sexuales, «probablemente el delito que más insatisfecho te deja como juez».