Dieciséis horas de máxima tensión en el desalojo de la Comandancia

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

El Ayuntamiento tenía un plan que se empezó a torcer cuando dos okupas lograron subirse al tejado del inmueble

01 feb 2023 . Actualizado a las 19:29 h.

El desalojo de la Comandancia fue una operación calculada. Desde el pasado día 10 la Policía Local vigilaba el edificio y controlaba que de allí se estaban sacando enseres. Cuando constató que no había nadie dentro el gobierno local decidió entrar. Si todo salía bien, podría decir que fue una salida voluntaria, no un desalojo, y que se había recuperado el edificio sin violencia. Pero las cosas se torcieron. Esta es la secuencia de lo que ocurrió el pasado miércoles. 

7.15 horas

La entrada. Agentes de la Policía Local entran en la Comandancia. No hay nadie dentro. Van, por indicación del gobierno local, sin equipo de antidisturbios. Sus órdenes son vigilar el edificio, que ha sido recuperado sin ninguna violencia. Los okupas, que no contaban con ese paso, porque calculaban que el plazo legal de comunicación había pasado, fueron cogidos por sorpresa. Algunos empezaron a concentrarse en la puerta, donde había pocos policías y mal equipados para hacer frente a un posible enfrentamiento. 

10.20 horas

Asunto cerrado. La concejala Rocío Fraga comparece en María Pita y prácticamente da el asunto por cerrado, dando a entender que la salida se había acordado con los okupas. En la Comandancia se siguen reuniendo okupas. 

13.30 horas

Primer enfrentamiento. En el exterior de la Comandancia un grupo de okupas se reúne y trata de entrar en el inmueble. La poca Policía Local que hay -la intención era ser discretos- impide el asalto con porras y gas pimienta. Hay dos agentes y varios okupas heridos. La Nacional, que había hecho acto de presencia, no está allí en ese momento. En la trifulca, dos jóvenes logran entrar y encaramarse al tejado. Los agentes del 092 intentan convencerlas de que bajen, sin lograrlo. Lo que era una salida voluntaria pasa a convertirse en un desalojo. 

 

15.30 horas

Llamada del alcalde. Los okupas siguen fuera y han convocado una concentración a las 20.00 horas por las redes sociales. El alcalde, Xulio Ferreiro, llama a la Subdelegación del Gobierno, aseguran desde la Delegación, para pedir refuerzos de la Policía Nacional y evitar que las naves puedan ser okupadas de nuevo. 

16.45 horas

Agua y fruta a las okupas. Hace sol y las dos jóvenes encaramadas al tejado piden agua y comida. Sus compañeros se las lanzan desde la calle, pero sin acertar. Los agentes no les dejan acercarse. El Ayuntamiento da finalmente orden de que se les permita entregar agua y alimento a las que resisten allí. También les darán ropa de abrigo. 

20.00 horas

Más de 200 personas. Entre 200 y 300 personas responden a la convocatoria de A Insumisa y se reúnen en el Metrosidero frente a las naves. Allí, custodiando la Comandancia, hay en ese momento unos 15 policías locales y 25 más de unidades especiales de la Policía Nacional. Casi todos tienen cascos y protecciones. Dentro se ven los escudos, por si tienen que usarlos. 

20.10 horas

Dos cargas seguidas. Sube la tensión fuera y los manifestantes, confinados en la acera de enfrente, en la entrada de vehículos del cuartel de Atocha, deciden avanzar hacia la Comandancia. Los agentes indican que no se puede abandonar la acera. En unos segundos la Policía Nacional -la Local se queda atrás guardando la puerta- cargan contra los manifestantes, que retroceden, para volver a intentarlo cinco minutos después con idéntico resultado. Acuden dos ambulancias. Hay dos traslados y una decena de contusionados. 

21.30 horas

Un detenido. La Policía Nacional corre tras una persona, la derriba y la detiene. Nadie sabe por qué motivo. Se llevan al único detenido. 

23.25 horas

Salida voluntaria. Las dos okupas bajan del tejado y se van. Agentes de la Policía Local se quedan toda la noche vigilando las instalaciones. 

Un recinto precintado y alerta policial para evitar nuevas entradas y enfrentamientos

La Comandancia de Obras amaneció ayer cerrada, acordonada y tomada por la policía. En el interior se veían focos y vehículos de la Policía Local con escudos preparados alrededor en previsión de lo que pudiera pasar. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía también se dejaron ver en la calle, aunque ya no durante toda la jornada. A mediodía solo estaban los locales y dentro seguía también un camión de mudanzas que se llevaría lo poco que quedaba de los okupas, que podrán recuperar sus enseres.

Mientras, en el entorno de los Nuevos Juzgados una docena de okupas esperaba la salida de uno de sus compañeros, que había sido detenido el día anterior. Salió hacia las doce de la mañana, investigado por sendos delitos de atentado y lesiones

Fallo en el operativo

Desde el sindicado mayoritario de la Policía Local de A Coruña, su representante, Manuel Aceña, explicaba que en el operativo montado desde María Pita tal vez falló la coordinación y no se valoró la necesidad de llamar a más agentes cuando los okupas empezaban a concentrarse fuera en número significativo.

«Hubo un momento en que el dispositivo debería haber contado con más presencia policial», dice Aceña sobre lo ocurrido hacia la una y media de la tarde del miércoles, cuando seguramente, apunta, ante la escasez de agentes, los concentrados fuera decidieron entrar por la fuerza. «La primera parte se hizo con normalidad, recuperando un espacio vacío», apunta, recordando que ellos no podían permitir que nadie accediera por la fuerza a un recinto municipal.

Ayer no hubo incidentes, aunque las fuerzas de seguridad siguen en alerta ante la posible organización de nuevas concentraciones de protesta.