Aunque ha subido un poco durante el último año solo llega al cinco en parte de los barrios. Los votantes de la Marea y el BNG salvan su labor mientras los socialistas la dejan al límite
22 may 2018 . Actualizado a las 01:19 h.La gestión del gobierno local y el alcalde, Xulio Ferreiro, siguen sin convencer a los coruñeses. La encuesta de Sondaxe realizada entre el 2 y el 14 de mayo en la ciudad concluye que los vecinos puntúan al ejecutivo con un 4,69, por debajo del aprobado. Aunque no llega al cinco, el ejecutivo de la Marea tiene el consuelo de que su puntuación ha subido ligeramente desde el 4,56 que Sondaxe le otorgaba hace un año. Además, mientras experimenta esa pequeña mejoría la puntuación de sus rivales de la oposición desciende en conjunto.
Ese aumento se traduce, según Sondaxe, en un incremento de la estimación de voto de la Marea de un punto, hasta el 31,9 %, con respecto a los resultados del 2015. Pero eso no es suficiente para que el partido de Ferreiro logre más poder institucional. Al contrario, si las elecciones se celebrasen ahora mismo tendría nueve concejales, uno menos, mantendría su empate con el PP y dependería de un acuerdo con los seis ediles del PSOE, que aguanta en ese número, para gobernar. La irrupción de Ciudadanos con dos concejales y la resistencia del BNG en un edil, pese a que tanto los nacionalistas como los socialistas ceden votos a la Marea, no sería suficiente para cambiar el escenario político del 2015. Como en aquel entonces, las únicas alternativas serían otro gobierno en minoría de la Marea o un bipartito con los socialistas.
Los de Ferreiro mantendrían el bastón de mando en María Pita a pesar de que su gestión recibe un suspenso en la mayor parte de A Coruña. Aprueba en los barrios de las afueras del norte y el oeste, Novo Mesoiro, Vío, Feáns, A Grela, A Silva, Bens y Nostián. Pero se queda por debajo del cinco en el resto de la ciudad. La zona más crítica con su gestión es el Ensanche, el principal bastión del PP, donde no llega a los 4,5 puntos. Apenas supera esa marca en el triángulo que forman Ciudad Vieja, Pescadería y Monte Alto, eso a pesar de que la Marea ha intentado consolidar y aumentar su presencia en ese último barrio, un antiguo fortín del PSOE y el BNG.
Algo mejor es la puntuación del gobierno local en los barrios del sur y el este, que incluyen zonas muy pobladas como Elviña, Eirís, la Gaiteira o los Castros. Esos barrios también eran puntos fuertes de socialistas y nacionalistas, pero gran parte de su electorado se movió en el 2015 a la Marea y, según Sondaxe, esa tendencia se mantiene con un trasvase del 10,2 % de los votantes del PSOE y del 13,3 % de los del BNG dispuesto a cambiar a la papeleta de la Marea en el 2015.
Pero la segunda mejor puntuación del gobierno local, al borde del aprobado, la obtiene en los Rosales, Riazor y el Agra del Orzán, donde se sitúa con un 4,96.
Esa mejora de la valoración no se traduce de forma automática en más respaldo electoral. Según Sondaxe, En esas tres zonas, y también en el Ensanche y el triángulo Ciudad Vieja, Monte Alto y Pescadería, la Marea retrocede en intención de voto, mientras mejora en las afueras.
Como ya ocurría hace un año, son los propios votantes de la Marea y los del BNG los que salvan el trabajo del alcalde y su equipo. Para los primeros, su gestión merece 6,04 puntos, mientras que los nacionalistas les otorgan un 5,78. El PSOE les deja al borde del aprobado con un 4,96, mientras que los electores del PP les dan un 2,99 y los de Ciudadanos aún menos, un 2,43.
Los votantes de Marea no puntúan con tanta generosidad el trabajo de los partidos que facilitaron la investidura de Xulio Ferreiro. A la labor de oposición del BNG le conceden un 4,09, mientras que a la del PSOE la dejan en un 3,52. Al PP le dan un 2,03.
