Auge y caída de las torres de telegrafía sin hilos

Por Xosé Alfeirán

A CORUÑA CIUDAD

Alberto Marti

14 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Marconigramas. Así se llaman los despachos transmitidos mediante ondas de radio por la telegrafía sin hilos. Hacen honor a su inventor, el italiano Marconi que logró enviar el primer radiograma interoceánico mediante morse el 12 de diciembre de 1901. Su hazaña revolucionó las comunicaciones y su invento se extendió por el mundo.

En A Coruña la primera antena de telegrafía sin hilos se instaló en una huerta en la calle Orillamar en 1905. Hoy ese espacio está ocupado por la escuela infantil As Mariñas y recordamos su existencia porque el ayuntamiento coruñés aprobó el 9 de enero de 1908 que la calle que daba a ese campo, y que se conocía como vía sur de las Cuevas, pasase a llamarse calle Marconi. Su levantamiento fue una iniciativa de la sociedad Barcón Pita y Cía de Ferrol, formada por Francisco Barcón y sus hijos. Eran dueños del Diario Ferrolano y lo hacían para su servicio de noticias y de mensajes particulares. Fue el primer periódico de España en aprovechar el invento de Marconi. Construyeron simultáneamente dos estaciones, la coruñesa y otra en Ferrol, pioneras en Galicia y en España de la comunicación sin cables. Fueron inauguradas el 4 de mayo de 1905. En ambos casos, asistieron invitadas las autoridades, personalidades distinguidas y representantes de la prensa de las respectivas ciudades. En las casas donde estaban instalados los aparatos emisores y receptores, los concurrentes recibieron por parte de los ingenieros alemanes, que habían realizado su montaje, explicaciones sobre su funcionamiento y comprobaron cómo se transmitían con éxito varios mensajes. En enero de 1907 serían compradas por el Estado, pasando a formar parte de la red civil telegráfica y perdiendo progresivamente importancia a medida que se fue extendiendo la red telefónica.

La segunda antena de telegrafía sin hilos se instaló en el Campo de la Estrada. Formaba parte de la red de estaciones fijas del Servicio Radiotelegráfico Militar español y durante muchas décadas marcó por su tamaño la estampa de la ciudad. Tenía una altura unos 90 metros, era de las más altas de España, y los vientos metálicos que la sostenían abarcaban un radio de 100 metros. Su cimentación se inició en agosto de 1914 y a sus pies se construyó en 1915 un edificio para la estación radiotelegráfica. También fue una casa alemana la encargada de ponerla en marcha. Por su situación, frente al océano, podía recoger con facilidad los radiogramas de buques y registrar radios inglesas y americanas.

Conocida popularmente como la Telegrafía sería desmontada en abril de 1956. Pero antes de que desapareciese el fotógrafo Alberto Martí se encaramó hasta su cima. Él mismo lo contó: «Me subí a la torre del Campo de la Estrada por la parte exterior de la misma y cargado con todo el equipo fotográfico. Cuando llegué arriba no podía entrar porque la máquina y la bolsa que llevaba no cabían. Fue una odisea también peligrosa pero al final lo conseguí». Su foto panorámica de la ciudad fue publicada en La Voz del 8 de abril de 1956. Loor al gran retratista de A Coruña.