José Luis Díaz: «No hay un nivel normal de colesterol, depende del riesgo de cada uno»

La Voz A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

El especialista en Medicina Interna dle Chuac anima en las Charlas Saludables «a autocuidarse» con dieta y ejercicio

09 may 2018 . Actualizado a las 11:09 h.

Con el gancho de una conferencia cuyo título prometía aportar claridad en torno a los falsos mitos, las creencias y las evidencias que rodean al colesterol, el doctor José Luis Díaz Díaz llenó ayer el auditorio de Afundación en el Cantón Grande.

En el ciclo Charlas Saludables, que organizan la Xerencia de Xestión Integrada del área sanitaria coruñesa y La Voz de Galicia, el especialista en Medicina Interna del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña aprovechó para apuntar mensajes claves sobre la colesterolemia como una de las bases sobre la que se cimenta la arterioesclerosis, ese depósito que va endureciendo y estrechando los vasos sanguíneos y, en consecuencia, aumentando el riesgo cardiovascular y la posibilidad de sufrir episodios como un infarto de miocardio.

«No hay un nivel normal de colesterol, sino un nivel deseable que depende de la situación de riesgo de cada uno», recalcó el también responsable de la Unidad de Lípidos y Riesgo Cardiovascular del hospital coruñés, que advirtió que la situación se complica si, además de colesterol, se tiene la tensión alta, elevados los triglicéridos, se es diabético o fumador.

Según los estudios existentes, la mitad de la población gallega mayor de 18 años tiene alguna alteración en el metabolismo del colesterol, ya que «la mayoría de las hipercolesterolemias son hereditarias», recalcó Díaz. Ahora bien, «eso no debe conducir al derrotismo -insistió-, sino aumentar nuestra responsabilidad en el autocuidado».

Para controlar ese nivel personal de peligros, que obliga a un tratamiento individualizado de cada caso, la atención hay que fijarla, sobre todo, en el denominado colesterol malo. «El LDL cuanto más bajo sea y cuanto antes sea bajo, mejor», apuntó el especialista antes de referirse a una de esas creencias extendidas: «En la mayoría de los casos tener el colesterol bueno (HDL) alto es beneficioso, pero no siempre es así», de modo que «lo importante no es tanto fijarse en el bueno, como controlar el malo».

En una charla que se detuvo mucho en cuánto podemos hacer cada uno de nosotros por mantener a raya los factores que aumentan el riesgo cardiovascular, Díaz puso especial acento en que «el colesterol tiene mucho que ver con los hábitos de vida», de ahí que modificarlos puede, en muchos casos, «evitar o retrasar la necesidad de recurrir a los fármacos».

«No hay dietas milagrosas, tampoco para bajar el colesterol», dijo repetidamente, de modo que la recomendación es que la ingesta de alimentos sea comedida, variada, rica en fibra, con grasas de origen vegetal «y con un contenido calórico adaptado al gasto energético de cada uno». Esa alimentación sana y equilibrada ha de acompañarse, añadió el doctor, con actividad porque «el beneficio del ejercicio sobre la salud va más allá del impacto que pueda tener sobre los niveles de colesterol». Como receta general, recomendó 30 minutos diarios de práctica física adaptada a la edad y posibilidades de cada uno. Lo más sencillo, dar al menos 10.000 pasos al día. 

El «oro líquido» y los peligros de la publicidad engañosa

Buena parte de la Charla Saludable del doctor José Luis Díaz Díaz se centró en consejos de alimentación y hábitos de vida. El especialista se detuvo también en creencias extendidas y descartó, por ejemplo, los daños atribuidos al consumo de huevos, ya que la absorción final del colesterol no es tan elevada como se creía. «La ciencia avanza y los conocimientos que tenemos ahora no son los que había hace unos años», explicó.

Se refirió también a productos como el ajo, que «para que te baje el colesterol hay que tomarse nueve dientes al día y además crudos». Abogó el responsable de la Unidad de Lípidos del Chuac por esperar a contar con estudios rigurosos antes de establecer la bondad de determinados productos alimenticios. «Ojo con la publicidad engañosa y el mensaje natural», advirtió.

Frente a ellos, hizo campaña por el uso del «zumo de oliva», el aceite de oliva «virgen extra», en vez de otras grasas, ya que sí se ha demostrado que el «oro líquido» presenta beneficios en contra del dañino efecto de otros que han de descartarse de la dieta.

Reservó Díaz un apartado especial para hablar de los fármacos contra el colesterol, que «han de tomarse bajo vigilancia médica y cuando el médico los indica», para insistir en que «no son dañinos a largo plazo para el hígado». «Lo que sí le hace daño al hígado es la grasa», recalcó y vaticinó que, de no cambiar nuestra forma de vida, a no mucho tardar la medicina ha de enfrentarse a «la próxima epidemia: el hígado graso».