El Vigía de Monte Alto «aspira» a patrimonio de la humanidad

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

El popular depósito de aguas del «skyline» coruñés cuenta con una página en Facebook defendiendo su candidatura

08 may 2018 . Actualizado a las 11:33 h.

Saben que sus opciones son las mismas que las del puesto de castañas de la calle Real. Y que nadie de la Unesco que esté en su sano juicio asomará por Monte Alto para evaluar esta gigantesca torre cilíndrica de 50 metros de altura que sigue bombeando agua a los hogares del barrio. Pero para los vecinos de la zona es un monumento y todo un símbolo.

Tanto es así que un grupo de residentes creó en el 2010 una página en Facebook a la que llamaron: «Depósito de Monte Alto. Patrimonio da Humanidade, XA». Ni caso les hicieron. Ni el organismo internacional ni el Ayuntamiento. Tal vez porque el ánimo de los precursores se deba más al orgullo de ser de Monte Alto que a cualquier otra cosa. E hicieron del depósito, todo un techo rivalizando con la Torre en el skyline coruñés, su particular símbolo.  

Un millar de apoyos

Al principio eran pocos, pero ahora ya se acercan al millar. Su labor ya no es la de dar la matraca a la Unesco, guerra que saben perdida de antemano, sino la de poner en valor una obra «que es un símbolo en nuestro barrio. Todos los que nacimos aquí fue lo primero que nos llamó la atención cuando salimos a jugar a la calle por primera vez», cuenta Andrés García, un hombre que lo primero que ve al abrir la ventana de su casa es el popular depósito de aguas.

Uno de los precursores de la página de Facebook pone mala cara al que le diga que es un feo mamotreto que habría de tirar abajo. «Admito que el entorno está muy descuidado, lleno de pintadas y basura, pero a los del barrio nos encanta esa forma de embudo en su parte alta», dice.

Los orígenes se remontan a principios del siglo pasado, cuando se levanta el depósito de Monte Alto bajo lo que hoy es un jardín junto al centro cívico del barrio. Emalcsa entendió que con la construcción de edificios altos en el barrio era necesaria la puesta en marcha de un nuevo depósito a una cota sobre el nivel del mar superior a los 110 metros. Este depósito de 50 metros de altura tiene un hermano gemelo en Eirís, a pesar de que el segundo se encuentra más alto, a una cota de 131 metros.

El estado actual de la torre, todavía en funcionamiento y con antenas de empresas de telefonía móvil pegadas, choca con el entorno, totalmente abandonado. Sin más edificios a su alrededor que una iglesia, el Vigía (así se refieren muchos al apreciado depósito) no tiene unas tristes flores que lo adornen. Hubo un intento por parte del gobierno de Carlos Negreira para embellecer los depósitos. Se lanzó incluso un concurso de ideas. Pero no se llegó a materializar. Luis Pire, de la Escuela Técnica de Ingenieros de Caminos, propuso en el 2014 «la construcción de una estructura envolviendo la torre para mejorar su estética. Se construirá además un mirador en la parte alta. Este contará con un local de restauración en su interior». Por ideas, que no quede.