La fábrica de armas, cerrada

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Las instalaciones no tienen luz ni agua y el Ministerio de Defensa abrió un expediente a la concesionaria, que sigue insistiendo en que continúa buscando una solución

08 may 2018 . Actualizado a las 10:25 h.

La fábrica de armas lleva varios días sin suministro de agua. Tampoco tiene electricidad. Ambos servicios han sido cortados por las deudas acumuladas. «La actividad es muy baja», indicaban de ayer desde la concesionaria de unas instalaciones que ya el pasado viernes, a las 14. 30 horas, estaban cerradas. A las tres de la tarde de ayer, hora habitual de salida de los trabajadores, tampoco estaba abierta.

La propia empresa confirmó que el Ministerio de Defensa, propietario de las dependencias de Pedralonga, ha abierto un expediente a la concesionaria, Hércules de Armamento. El objetivo es comprobar si está cumpliendo las condiciones que fijaban las bases de la concesión.

«Vamos a presentar alegaciones», apuntaban las mismas fuentes aludiendo a dicho expediente, para concluir reconociendo que ahora mismo la situación de la firma es «complicada». De todos modos, insistían en que están buscando una solución, que pasaría por la llegada de un inversor que ayude a paliar las deudas que arrastra la factoría y permita reanudar la actividad. Desde hace meses la producción de la fábrica de armas es casi nula, algo que hace aumentar día a día los números rojos.

Esta deuda es la que ha provocado la intervención del Ministerio de Defensa, con la apertura del mencionado expediente, después de que no percibiera de Hércules de Armamento el canon anual acordado y que estipulaban las condiciones del concurso. A pesar de las denuncias y peticiones de un grupo de extrabajadores de la fábrica sobre la existencia de irregularidades, Defensa hasta ahora solo se pronunció oficialmente en una ocasión, en el mes de noviembre del 2014, poco después de que adjudicara las instalaciones, para reafirmar que el proceso se había hecho con toda legalidad y que Hércules de Armamento cumplía lo establecido en las bases de la concesión.

Desde entonces, el seguimiento de la actividad en las dependencias de Pedralonga por parte del Ministerio se ha venido haciendo en las reuniones semestrales entre responsables del departamento central y la firma. En el pliego de adjudicación se establecía que deberían ser anuales.

En este tiempo, la concesionaria ha presentado hasta ocho denuncias en el Ayuntamiento por la presencia en la entrada de la fábrica de una caseta instalada por un grupo de extrabajadores y que, según argumenta, ha venido perjudicando los intereses de la empresa de cara a la posible captación de nuevos inversores.

La Xunta, que se reunió varias veces con los trabajadores, apoyaría otro proyecto

Representantes de los trabajadores contratados por Hércules de Armamento mantuvieron ya el año pasado contactos con la Consellería de Industria. La idea era buscar respaldos para tratar de sacar adelante este proyecto. Sin embargo, por parte de la Xunta cesaron esas reuniones, que durante un tiempo los empleados aseguran siguieron reclamando. Ahora, según apuntaba hace unas semanas el titular de Industria, Francisco Conde, la intención del gobierno autonómico es que salga adelante otro proyecto para gestionar la fábrica de armas, algo que pasaría porque Defensa retirara la actual concesión a Hércules de Armamento, un proceso largo. Los trabajadores alertaban hace poco más de un año que a la fábrica «la están dejando morir». 

Extrabajadores: «Se generó una deuda de más de dos millones de euros a la Seguridad Social»

El ERE de extinción de General Dynamics, anunciado el 14 de febrero del 2013, provocó una división entre los 172 trabajadores despedidos. Mientras unos aceptaron las cantidades ofrecidas por la empresa, otros se negaron y mantuvieron un encierro en las instalaciones. Son «61 trabajadores que renunciamos a una indemnización superior a los dos millones de euros para que fuera posible la pervivencia industrial de las instalaciones», aseguran en un escrito dirigido al delegado de Defensa en Galicia, en el que dan cuenta de la situación de la fábrica de armas. «Cada un de nós perdemos uns 25.000 euros», apuntaba hace poco uno de los extrabajadores en la caseta instalada en la entrada de la factoría.

En dicho escrito, que solicitaron fuese trasladado a diversos departamentos del Ministerio de Defensa, detallan lo que califican como «incumplimientos» de Hércules de Armamento. Entre ellos, que «no abonó las cuotas obligatorias de cotización a la Seguridad Social de los trabajadores, con lo cual se generó una deuda de más de dos millones de euros, según figura en el expediente levantado por la Seguridad Social».

En otro apartado sostienen que la concesionaria «no abonó los salarios del empleo comprometido, según sentencias del Juzgado de lo Social de A Coruña, sumando en este concepto una deuda de más de tres millones de euros». Así lo denunciaron ya el pasado 27 de febrero, cuando presentaron un texto pidiendo a los responsables de Defensa «que contrasten lo aquí denunciado y obren en consecuencia».