-¿Por qué?
-Porque se deposita donde no debería, en los vasos sanguíneos, y aparece la arterioesclerosis, la epidemia de nuestro tiempo. Si además hay diabetes, hipertensión o fumamos, tenemos un pegamento perfecto. Es lo que está detrás de los infartos. Por eso hay que individualizar el tratamiento en función del riesgo.
-¿Cuándo hay que medicarse?
-Cuando lo dice el médico. Las estatinas, insisto, no dañan el hígado. Es otro falso mito. Lo que lo daña es el exceso de grasa. Hay que tomar fármacos bajo vigilancia médica y no dudar de quien tiene el conocimiento, ¿o se nos ocurre dudar del piloto en medio de un temporal?