A Coruña encara en el puerto su mayor desarrollo urbano desde Los Rosales en los 90

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

Batería y Calvo Sotelo superan en superficie al Ofimático

06 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La liberación de los muelles urbanos de Batería y Calvo Sotelo dará lugar al mayor desarrollo urbanístico -sea cual sea su fin- en tres décadas en la ciudad. Las 40 hectáreas de San Diego y los muelles petroleros y las nueve hectáreas de Batería y Calvo Sotelo suponen, sumadas, uno de los mayores polígonos urbanos a desarrollar en la historia de una ciudad en la que la expansión de la urbe se hizo siempre hacia el exterior. Ahora, sin embargo, el espacio a ganar se traslada al centro en Batería y Calvo Sotelo.

Para San Diego, por el momento, se mantiene lo previsto en el plan general y el dibujo planeado por Busquets, con una edificabilidad máxima que permite construir allí 4.000 viviendas. Es probable que esas magnitudes cambien, aunque todavía no se han dado pasos concretos más allá de la compra para suelo público por parte de la Xunta de una parcela, aún por definir, pero en todo caso de pequeño tamaño, en esos muelles. En Batería y Calvo Sotelo todo está por decidir porque la Xunta, que será su nueva propietaria, todavía no ha aclarado qué usos le gustaría darle.

Crecimiento planificado

No es la primera vez que A Coruña se enfrenta a la urbanización de áreas de semejantes magnitudes. Es más, desde los años 70 la ciudad ha ido creciendo a golpes, desarrollando bolsas de suelo donde antes había vivienda dispersa. Así se urbanizaron en los últimos años el Papagayo, Vioño o el parque de Eirís, por ejemplo, y un poco antes, el Paseo de los Puentes. Fueron desarrollos importantes pero menores en superficie si se comparan con el más importante culminado en lo que va de siglo, Novo Mesoiro. El Ofimático, con sus 40 hectáreas, y Someso, están lejos de rematarse. Los muelles que quedarán liberados suponen casi el doble de Novo Mesoiro y solo San Diego representa el 1 % del suelo total del municipio. Novo Mesoiro es un modelo cuestionado tanto estéticamente como por su conexión -escasa- con el resto de la ciudad.

Hubo en A Coruña el siglo pasado otros ejemplos de crecimiento urbanísticamente más alabados, aunque también con sus problemas. Así, en los años 70 y 80 se completaron las dos fases del polígono de Elviña, con 67 hectáreas en total y más de 10.000 vecinos residiendo hoy allí. El volumen de zonas verdes y espacios públicos por habitantes es allí muy superior al de los barrios del centro, mucho menos desahogados.

En esa misma zona creció en los 60 y 70 otro ejemplo de desarrollo, el Barrio de las Flores, y en los 80 se completó Monelos en un área mejorada ya en este siglo con el parque de Oza.

El desarrollo urbano más reciente de mayores dimensiones que San Diego fue la total renovación de Los Rosales en los años 90. Son casi 65 hectáreas y más de 10.000 vecinos viviendo allí. Matogrande, también en esa década, pasa hoy de 3.000 habitantes en casi 20 hectáreas.

Urbanismo anárquico

Aunque esos modelos de crecimiento puedan tener sus peros, mucho peores resultados dieron los de décadas anteriores. El Agra del Orzán, desarrollado en los años 60 y 70, es el ejemplo más claro de espacio anárquico y sobreexplotado, con 30.000 vecinos en 42 hectáreas y una densidad de población (688 vecinos por hectárea) que duplica la de Tokio. El barrio repetía el modelo de otro surgido con parecidos errores iniciado poco antes, Os Mallos. De hecho, tras esos dos casos el urbanismo mejoró en la ciudad y a los barrios se sumaron nuevos parques que antes no existían, como el de San Pedro, Eirís y más recientemente San Pedro de Visma.

Ferreiro insta a Xunta y Fomento a negociar mientras les reprueba

El grupo de la Marea presentará una moción en el pleno de mañana en la que insta a Xunta y Fomento a dejar sin efecto su pacto para garantizar la titularidad pública de los muelles con una inversión de 20 millones. Además, solicita la revisión de los convenios del 2004. La moción insta a Xunta y Fomento a negociar con el Ayuntamiento, pero al mismo tiempo propone que se repruebe en el pleno a ambas instituciones por haber llegado al citado pacto.