Tiene los 25 recién cumplidos. En el último año y medio ha lanzado al mercado cuatro libros. «En total llevo vendidos más de 50.000 ejemplares. Del último está a punto de salir la segunda edición», destaca. Me regala No me vas a encontrar en nadie, editado por Mueve la Lengua, con una sencilla y cariñosa dedicatoria. Viene de presentarlo en distintas ciudades y estos días andará firmando ejemplares por el Sant Jordi barcelonés, Valencia, Murcia o Alicante.
La gente hace cola para estar con Iago de la Campa Pose, un coruñés de Monte Alto con casi 200.000 seguidores en las redes sociales. «Sobre todo le gusto a gente de mi edad, pero el otro día en Sevilla vinieron dos señores de 50 años [me encojo en la silla] y me dijeron que se pasaban los textos», comenta. Sí, porque dice que una de las claves del éxito de su prosa poética es que las parejas se mandan frases que encuentran en sus libros. «Hablo de amor, de desamor, de superación, de amistad, de la familia, de confiar en uno mismo… Estás mal hasta que quieras estar mal», comenta este joven capaz de llenar La Fnac de Callao y reconocer que esta es su primera entrevista para un periódico. «No puedo ser influencer porque no doy el perfil. Ni soy youtuber, ni influencer, ni instagramer, soy escritor», comenta, y da un sorbo a una manzanilla. «Llevo dos semanas mal del estómago».
Del curso de Wismichu
Estudió en Salesianos y en el instituto Zalaeta. Coincidió en el mismo curso con Wismichu, otro coruñés de Monte Alto que arrasa entre los chavales. «También jugamos en el Marola», asegura Iago. El que jugó en el Marola jugó al fútbol todo, podría parafrasearse. «Cuando era un niño le dije a mis padres que quería ser bohemio», recuerda. Trabajó muchas horas en el bar familiar, El Techito, y en ExpoCoruña, tras hacer una FP de Márketing y Gestión Comercial. «Siempre escribí sentimientos, cosas que me pasan, momentos que vives… Empecé a publicar tuits y un buen día me llamaron de la editorial, que ahora mismo es la puntera en prosa poética», relata. Reconoce que «si hay algún texto que pueda traer controversia lo cambio. Pero creo que hay que darle visibilidad a las cosas, por ejemplo, no puede haber salarios diferentes por cuestión de género», afirma. Escribe en el ordenador o desde el móvil y dice que la frase que más utiliza últimamente es «no la cagues. Es lo que pienso cuando estoy hablando con alguien o haciendo algo. A la gente le gusta la de somos de quien nos cuida, y también la que da título al último libro».
Empático
Estoy a gusto charlando con él. «Soy bastante empático. Me gusta ponerme en el sitio de los demás y creo que es primordial para escribir», confiesa Iago, que cuenta con muchas seguidoras. «No me gusta ligar con gente que le gusta lo que escribo porque los libros son un 5 % de mí», asegura. En la actualidad tiene novia, una madrileña con la que hace poco viajó a Marrakech para descansar. «Pero no pude desconectar de las redes. Me gustaría vivir una semana sin ellas. Estoy las 24 horas y todos los días del año conectado. Hoy en día, además de escritor, tienes que ser comercial, responsable de comunicación y encargarte del márketing», reflexiona.
Vive con su hermano y montaron un gimnasio en casa. Sale a corre por el paseo cuando está en A Coruña. Es adicto a la series. Para no decir Juego de tronos «como todo el mundo», decide indicar que su favorita es Peaky Blinders. Dentro de unos años se ve «escribiendo. Incluso textos personalizados, por ejemplo para bodas. La gente sabe lo que quiere decir, pero no sabe cómo hacerlo». Le apasiona la música y cita a Sabina y a Andrés Suárez. Confiesa que come «fatal. Mi dieta es a base de macarrones y pizzas. No me gustan las ensaladas», reconoce Iago de la Campa. Los fines de semana lo puedes encontrar en El Patio, de la Ciudad Vieja, tomando un ron o una ginebra con los amigos en busca de nuevas frases para sus libros.