Los urbanistas piden visión de futuro para la nueva fachada marítima de la ciudad

m. m. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

JANET GONZALEZ VALDES

Reclaman espacios públicos de calidad y crear zonas verdes

20 abr 2018 . Actualizado a las 09:56 h.

Los especialistas en urbanismo coinciden en que A Coruña no puede dejar escapar esta oportunidad. En juego está tener o no «un borde marítimo de una ciudad del siglo XXI, hasta ahora con una barrera entre ella y el mar», cree Isabel Aguirre de Urcola, directora de la Escola Galega da Paisaxe. El escenario que se abre «puede cambiar totalmente el frente urbano», añade Aguirre. Un rediseño ambicioso que debe ser la prioridad, por encima de las afinidades políticas.

Para la Comisión Aberta en Defensa do Común, el protocolo firmado entre la Xunta y Fomento no ha sido un buen comienzo. «Pretenden vender parte dos terreos dos peiraos desafectados para pagar a débeda de punta Langosteira. Son terreos comunais», defiende su portavoz, Ricardo Vales. Con el acuerdo se garantiza que los muelles de Batería y Calvo Sotelo pasen a ser suelo público. El problema es que juntos apenas suponen el 20 % de la superficie portuaria. «Ábrese a porta á privatización do resto, incluído o peirao de San Diego», opina Vales.

Según él, «trátannos como auténticos provincianos. Fomento acaba de facerse cargo das autopistas radiais de Madrid, falamos de máis de 5.000 millóns de euros, e nós temos que vender o noso patrimonio para sufragar unha obra que iniciou o ministerio». La Comisión de la que es portavoz critica la exclusión del gobierno local en el pacto, «foi ninguneado», y lo emplaza a hacerse valer con el Plan Xeral de Ordenación Municipal. Piden una consulta popular para decidir qué se hará con «terreos comunais» como La Solana y el Hotel Finisterre, «a xoia da coroa».

Al margen de quién será el titular de los nuevos espacios que quedarán en desuso con el traslado de las actividades al puerto exterior, los arquitectos ven una oportunidad para enmendar errores. «Hay zonas de aproximaciones al mar que han sido abusivas. Se puede reconvertir el borde marítimo y corregir el relleno excesivo de la ría», apunta el arquitecto Juan Creus, responsable de la nueva fachada marítima de Malpica. El profesor de la UDC es partidario de no hacer una tabula rasa. «No hay por qué tirarlo todo. Hay piezas que forman parte de la historia portuaria que pueden ser incorporadas, reconvertidas, desde muelles, a rampas o edificios. Son la memoria de la ciudad», considera.

La paisajista Isabel Aguirre admite que se trata de un espacio muy amplio y complejo «en una posición privilegiada». Regresar al estado primigenio, al del arenal en el Parrote, reconoce que es inviable a día de hoy. Lo que sí tiene claro es lo que no se debe hacer: «Otro Palexco». Afirma tajante que fue «una aberración. Lo mismo que la superficie del paseo del Parrote y la dársena. Hay que plantear entornos públicos de calidad. Recuperar espacios urbanos como lugares de convivencia y proyectar más zonas verdes», defiende.

El reto, continúa la también arquitecta y docente de la UDC, es el de «acercar la ciudad al agua, lo que no implica una playa». Pone ejemplos en los que se ha conseguido: «¿Por qué no podemos inspirarnos en Copenhague?». Lo importante, concluye, «es intervenir, pero bien».