Solo una pequeña parte de la vieja cárcel se podrá visitar, pero aún no hay fecha

Para poder entrar en la antigua prisión provincial de A Coruña todavía habrá que esperar, no hay fecha marcada en el calendario para su apertura. El inmueble, según avanzó el gobierno local en octubre del año pasado, debería estar acogiendo programaciones culturales desde el pasado diciembre o, a lo sumo, principios de enero de este año. Sin embargo el edificio sigue cerrado y sin que el Ayuntamiento ponga una fecha en el calendario para su apertura.

Esta, además, no parece inminente, porque todavía no se ha firmado el contrato de gestión entre el consistorio y la asociación que ganó el concurso para la gestión del edificio, Proxecto Cárecer, un concurso que el PP tiene recurrido por considerar que se hizo a medida.

Representantes de esa entidad se reunieron ayer con técnicos municipales de las áreas de Participación, Rexeneración Urbana y Culturas para hablar sobre los siguientes pasos a dar. El pasado sábado la edila de Participación, Claudia Delso, apuntó en la Ciudad Vieja que el contacto entre el Ayuntamiento y Proxecto Cárecere era «permanente». Sin embargo, desde la asociación llevaban meses esperando para tener detalles sobre lo que se podría abrir de la cárcel y qué se podría hacer allí.

Tono Galán, representante de Proxecto Cárcere, explicó tras el encuentro que «en principio, pode ser que dentro dun mes se asine o contrato». Si es así, habrán pasado ocho desde que se resolvió el concurso hasta que la entidad estampe su firma para la gestión. A ese plazo habrá que sumar lo que desde ese momento falte para poder abrir.

La apertura, cuando se produzca, será solo de una pequeña parte del inmueble. El edificio suma una superficie útil de unos 5.000 metros cuadrados, más otros 5.000, aproximadamente, de patios. La zona que será accesible se reducirá a unos 1.000 metros cuadrados y se corresponde, según dijo el edil Xiao Varela ayer por la mañana, con el espacio del acceso y el vestíbulo del inmueble

En principio se iba a abrir también uno de los patios y sus dependencias anejas, pero finalmente permanecerá cerrado. Tampoco serán accesibles las celdas ni la torre de vigilancia central, los lugares más significativos de la antigua prisión.

Desde Proxecto Cárecere indican que los técnicos les comunicaron que al menos se arreglarán los agujeros en las cubiertas. El mal estado de estas fue el que obligó a renunciar a parte de la obra. En principio se valoró un proyecto más ambicioso basado en un estudio que decía que el estado del inmueble era mejor del que se encontraron los operarios cuando empezaron a trabajar. El resto de la restauración quedará para más adelante, para nuevas fases que todavía no tienen consignado presupuesto ni fechas previstas. La cárcel es propiedad de Interior, cedida temporalmente al Ayuntamiento tras un acuerdo alcanzado entre el gobierno local y el ministerio. Está pendiente que se dirima en los juzgados si el consistorio podrá recuperar la propiedad gratis o si tendrá que pagar 1,2 millones como se firmó en el 2005. 

Varela dice ahora que todavía «faltan detalles» para finalizar la obra

En un escrito firmado por la asesora jurídica municipal, a instancias del alcalde, el pasado 27 de enero se daba por rematada la obra de la cárcel, en su primera fase, y se apuntaba que esta abriría «en breve», decía allí Ferreiro. Tres meses después el inmueble sigue cerrado y sin fecha para su apertura, y la obra, que el alcalde daba por rematada, no lo estaría todavía según dijo ayer el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela. «A obra está practicamente rematada, faltan detalles como dotar de accesibilidade ao inmoble», aseguró el edil en una rueda de prensa, apuntando que aún no se habían ejecutado las rampas para facilitar los accesos a personas con movilidad reducida. Así, la obra que estaba lista el 27 de enero, está ahora casi lista.

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