Buscan a la persona que destroza coches en el aparcamiento de la Sardiñeira

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Alberto Mahía

Decenas de vehículos amanecieron desde enero con rayazos, ruedas pinchadas, asientos rajados y las ventanillas rotas

14 abr 2018 . Actualizado a las 10:46 h.

Hay quien ya está organizando vigilancias nocturnas para dar con el hombre o la mujer que desde enero y durante las noches de los fines de semana se dedica a destrozar coches en el aparcamiento de la Sardiñeira. «Solo lo hace para hacer daño», dicen los vecinos y afectados, pues nada se lleva de los vehículos. Su único fin es «fastidiar por fastidiar», pues «entra en los coches para rajarles los asientos o coge un ladrillo y empieza a frotarlo contra la chapa de delante a atrás». Lo más suave es rayarlos.

Hubo fines de semana, como el de hace mes y medio, que aparecieron 14 vehículos con daños de todo tipo. Había uno incluso con las cuatro ruedas pinchadas, como la furgoneta de una empresa que funciona en la zona. «Si supiera la persona que hace esto lo que nos cuesta a los autónomos tener que cambiar los neumáticos de un furgón, se le caería la cara. Hay que ser bien sinvergüenza», dice el propietario del vehículo.

El o la «sinvergüenza» del que habla ese afectado se centra principalmente en el aparcamiento de la Sardiñeira, donde se instala el mercadillo tras el centro cívico de Os Mallos. No obstante, también apareció algún vehículo con daños en la calle Costa Rica y en vías próximas.

La mayoría de los clientes de un bar próximo sufrieron el vandalismo. De hecho, a ninguno se le ocurre estacionar en esa zona durante las noches de los fines de semana. «Prefiero dejarlo en Vioño y venir andando», decía uno de ellos. El propietario del establecimiento también tuvo lo suyo. Aparte de que el mes pasado le entraron dos veces en el negocio para reventarle la máquina tragaperras, le rayaron el coche. «La policía lo tendría muy fácil. Con poner un coche camuflado en medio del aparcamiento entre las 3 y las 4 de la madrugada de un sábado, por ejemplo, ya pillan a la persona», dice.

Vigilancia

La otra opción que manejan es la de organizarse, formar un grupo de personas y vigilar la zona para coger al vándalo con las manos en la masa y ponerlo a disposición judicial.

Por el momento, de la persona que hizo todas esas barbaridades solo se tiene una gota de sangre, la que encontró la policía hace un mes en la ventanilla de uno de los vehículos que destrozó. Nada más. El problema es que tener su ADN no significa tener su cara y su nombre, a no ser que el delincuente esté en la base de datos policial.

En el barrio creen que otra de las medidas sería poner iluminación en el aparcamiento, que no tiene ninguna.