El Valentín, un rincón en San Nicolás con sabores de todo el mundo

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Han alejado el «bagel» del desayuno para convertirlo en un sabroso principal

06 abr 2018 . Actualizado a las 11:36 h.

Pablo y Ana Silva son hermanos, pero también el tándem perfecto que ha convertido a El Valentín en uno de los espacios gastronómicos más cosmopolitas de la ciudad. Ubicado en un edificio del siglo XIX próximo a la iglesia de San Nicolás, ofrece desde que abrió sus puertas allá por septiembre del 2014 desayunos, comidas meriendas y cenas con propuestas frescas, saludables y asequibles. «Nuestra intención era traer platos sencillos y sabrosos de las diferentes cocinas del mundo a un precio adaptado para todos los bolsillos», explica Pablo, el encargado de los trabajos administrativos.

Tras estudiar hostelería y especializarse en pastelería en Barcelona, Ana dirige en los fogones de El Valentín a un grupo de gente inquieta y con nuevas ideas al que le gusta renovar la carta al menos una vez al año. Ahora se encuentran embarcados en plenas pruebas, pero hay platos que, por su demanda, resultan inamovibles como es el caso del falafel o el boniato con salsa de miel y mostaza. «Es un equipo que tanto busca referencias asiáticas como norteafricanas. Siempre están investigando», comenta con orgullo.

La seña de identidad de este local son los bagels, un pan típico polaco, que rellenan con rosbif, cerdo desmigado, pollo empanado, verduras o salmón, y que combinan con ingredientes que aportan originales contrastes de sabor. «La gente viene con la idea de probarlos, pero cuando ven la carta se animan con otras cosas. El wok y las gyozas suelen gustar», asegura Pablo. Cuentan además con un menú diario que ha ayudado a afianzar una clientela exigente.