La flota del cerco vuelve a pescar bocarte y ayer puso a la venta 40.000 kilos en el Muro

E. M. A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

EMILIANO MOUZO

La expectativa de los compradores fue máxima y el precio osciló entre los 2 y los 4 euros el kilo

06 abr 2018 . Actualizado a las 10:43 h.

La flota de cerco que opera desde el puerto de A Coruña ya daba por finalizada la campaña del bocarte casi sin verle el rabo a esta especie en aguas de esta costa, «xa que a pesqueira centrouse no Cantábrico», contó ayer el patrón de un pesquero.

Sin embargo a los profesionales de este sector «nos ven a ver a Virxe do Carme» porque ayer encontraron bocarte a escasas millas de la costa «que vai dende Camelle hasta Prioriño». Y las capturas, con la lógica diferencia entre los barcos, «foron bastante boas», explicó otro patrón. Creen que la aparición de esta especie «pódenos levantar un pouco a pa porque levamos un ano que non gañamos para o gasoil, e menos para pagar a Seguridade Social», subrayaron varios marineros del cerco.

Además, el bocarte que capturaron, «e que esperamos que aguante por estas augas un pouco», es especial, «dun gran tamaño e dunha calidade extraordinaria». Aseguraron desde el sector que las piezas «son as máis apreciadas polas importantes conserveiras». Por este motivo la expectativa de los compradores fue máxima y pujaron de forma importante por el pescado. Así, el precio osciló entre los 4 y los 2 euros el kilo.

Anchoas y boquerones

Los bocartes pueden transformarse en anchoas o en boquerones. Para convertirlos en estos últimos hay que poner las piezas en agua fría con hielo. Se les sacan la cabeza y las vísceras y con la uña se abren por la mitad, sin separar los dos lomos, y se retira la espina central.

Se lavan y se vuelven a poner en agua con hielo durante media hora. Se prepara el marinado con vinagre rebajado con agua y un poco de sal. Se introducen los bocartes durante dos horas. Se aderezan con ajo y perejil picado, se colocan por capas en un táper y se cubren de aceite de oliva virgen extra.

Para hacer anchoas se hace lo mismo, pero se evita el marinado. Se salan las piezas y se colocan en una caja hermética con un peso encima y se guardan durante unos tres meses.