Comienza la limpieza de la puerta de San Miguel después de «anos de abandono»

Rodri GArcía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Una valla metálica protegerá el yacimiento y facilitaría la visión de un espacio por el que cruzaron en su día Carlos V o Felipe II

04 abr 2018 . Actualizado a las 10:41 h.

Hubo un tiempo en el que era conocida como la puerta del Embarcadero y más tarde fue rebautizada como la de San Miguel. Desde hace tiempo, este enclave de las murallas de la ciudad estaba cubierto por la maleza «despois de anos de abandono», apuntaba ayer el arqueólogo Mario César Vila, director del proyecto de restauración. El pasado lunes la empresa Horizontenorte inició los trabajos en una intervención promovida por el Ayuntamiento que «pon en valor un símbolo do patrimonio cultural e histórico da cidade», según valoraba ayer Xiao Varela, concejal de Rexeneración Urbana.

«O primeiro que estamos a facer é a limpeza en xeral», explicaba Mario César, una tarea que incluye el desbroce de la vegetación. Lo siguiente será la consolidación de estos restos y de las escaleras de la puerta, «que están bastante erosionadas», indicaba César. Este deterioro es debido, en parte, a que «hai un regato de auga que pasa xusto polos chanzos da porta».

Esos escalones proceden de cuando esta puerta de las murallas era utilizada para acceder al embarcadero donde atracaban las lanchas que salían para el castillo de San Antón, cuando esta fortaleza era una isla; la imagen de la puerta y sus escalones -que una vez acabada la restauración se podrán ver en la zona- aparece en el libro de José Ramón Soraluce Castillos y fortificaciones de Galicia: la arquitectura militar de los siglos XVI-XVIII (Fundación Barrié), y en ella puede observarse la escalera que fue descubierta de nuevo en las últimas excavaciones, realizadas hace ahora casi cinco años. Estos escalones, unos de losa y el resto labrados en la piedra, quedaron entonces al descubierto y, apuntan los historiadores, por ellos habrían bajado en su día Carlos V, para ser coronado, o Felipe II, que iba a casarse. Ambos embarcaban en el puerto después de salir del que entonces era el hotel real: el convento de San Francisco.

Las obras ahora iniciadas están presupuestadas en algo más de 28.000 euros e incluirán el relleno de algunas zonas próximas a la muralla con el fin de «conectalas co entorno», puesto que el vial que pasa al lado está un poco más alto. De todos modos, dichas escaleras sí que se podrán ver perfectamente, aunque detrás de una valla metálica, «que foi deseñada polo arquitecto Marcial Rodríguez e que terá un impacto mínimo, pero hai que poñela por razóns de seguridade», explicaba el director del proyecto, en el que también trabaja la arqueóloga Begoña Albertos Figueroa. Esa valla «non só acoutará o acceso á zona do foxo, senón que servirá para contemplar este conxunto patrimonial», dijo Varela.

César Vila destacaba que se trata de poner en valor «o protagonismo que teñen a porta e a muralla, tanto a medieval como a moderna». Y con el fin de que cualquier visitante conozca dicha importancia será instalado un panel explicativo diseñado por el Concello.