El paro entre mujeres con titulación universitaria duplica al de los hombres

montse carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

La media femenina de desempleo en el 2017 fue de 1.900 personas, y la masculina, 922

30 abr 2018 . Actualizado a las 21:50 h.

Las mujeres tienen más estudios. Los hombres tienen más trabajo. Los datos difundidos por el último informe anual del Observatorio Municipal de Igualdade lo expresan así. Del conjunto de personas con título universitario, entre las más de 244.000 censadas en A Coruña, el 55,5 % son mujeres. También son ellas mayoría en el grupo que no sabe leer ni escribir -1.140 frente a 475 hombres-, aunque aquí se relaciona con las franjas de edad más elevadas. En términos generales, los estudios superiores están marcadamente feminizados.

Con el empleo no sucede lo mismo. Las mujeres en paro con titulación universitaria son el doble que los hombres en la misma condición: 1.899 desempleadas por 922 desempleados, lo que significa que dos de cada tres titulados en paro son mujeres. La incorporación al mercado de trabajo encuentra los mismos obstáculos, sea cual sea el nivel de formación: en muchos casos, porque la maternidad y los cuidados, o la mera posibilidad de que lleguen a producirse, desincentivan las contrataciones.

Testimonio

Idoia Mouriño Castro tardó una semana en encontrar trabajo de lo suyo en la ciudad de Reino Unido, donde se instaló con su novio en enero del 2015. En los meses anteriores había terminado Educación Social en la Universidad de Santiago, enviado currículos y, en vista del escaso éxito, juntos decidieron emigrar con el socorrido consuelo de aprender inglés y «probar suerte». La rapidez con que firmó el contrato en Guildford no le quitó la pena, la alivió nada más. «Me costó muchísimo adaptarme, el idioma, los horarios, el estilo de vida, todo es muy diferente allí», recuerda la joven coruñesa tres años después, con la experiencia reposada y los hallazgos frescos: «Acababa de graduarme. Vieron mi currículo y me dijeron que estaba supercualificada. Allí te pagan en función de tus estudios. Si tienes un máster, por ejemplo, te pagan más. Y empecé de camarera [en una residencia de mayores], pero pronto fui trabajando en lo que habíamos estudiado en la carrera», explica.

La pareja dedicó sus amplias y flexibles libranzas a viajar como nunca y, dos años y medio después de llegar al país, al abrigo de unas becas autonómicas para estudios de postgrado para retornados, volvieron a casa. Idoia se matriculó en un máster en discapacidad y dependencia, y se zambulló en labores de voluntariado con una entidad local. «El otro día el director me ofreció un contrato, pero perdería la beca, tengo que acabar el máster».

Más estereotipos

Será en junio. A partir de ahí, a buscar empleo. «¡Madre mía! -exclama sobre las cifras de la desigualdad-, me quedo flipada. Yo creo que cada vez se generan más estereotipos». Su profesión se encuentra entre las más feminizadas, pero la reflexión que da sirve para todas: «Están los embarazos y la maternidad, y luego, ¿en quién se piensa para trabajos de liderazgo? En mujeres, nunca».