El sol durará poco, mañana se espera el regreso de las lluvias y las temperaturas nocturnas seguirán siendo bajas
21 mar 2018 . Actualizado a las 11:00 h.Entre la lluvia y el frío de los últimos días, la primavera ha ido anunciado su inminente llegada con los mantos de margaritas que va esparciendo por distintos lugares de la ciudad. Y es que, como explicaba Juan Taboada, de MeteoGalicia, la llegada de la nueva estación es una cuestión astronómica que no tiene por qué hacerse visible en un momento dado. Así, aunque oficialmente estamos en primavera desde ayer a las 17.15 horas, la nueva estación ha entrado con una manta para el frío y un paraguas para la lluvia que, aunque ya más escasa, ha seguido descargando.
Y es que, como apuntaba Taboada en el programa Voces de A Coruña, de Radio Voz, el tiempo propio de la nueva estación podría notarse hoy con la presencia del sol. De todos modos, tras los aproximadamente 15 grados que se esperan de máxima, en las horas nocturnas las temperaturas seguirán siendo bajas. Además, el día primaveral que se aguarda para este miércoles apenas tendrá continuidad, puesto que mañana, jueves, se anuncian nuevas lluvias que durarán al menos un par de días.
Entre los efectos de la nueva estación está, tal y como también apuntaba Taboada, que las horas de día ya superan a las de noche. En el caso de A Coruña, ayer la luz ganó a la oscuridad por siete minutos, puesto que el sol salió a las 7.37 horas y se ocultó a las 19.44 horas. Esta será la tendencia a partir de hoy.
La nueva estación entró el mismo día que el año pasado, el 20 de marzo, aunque, unas seis horas más tarde, puesto que en el 2017 lo había hecho a las 11.28 horas.
A pesar del frío y la lluvia, en los principales parques y jardines de la urbe la vegetación deja claro que la primavera sí ha llegado. «¡Mira como están la azaleas!», apuntaba una mujer a su acompañante en la mañana de ayer viendo estas flores en los jardines de Méndez Núñez. Aunque ellas no se detuvieron, otra persona que pasaba en esos momentos por el lugar sí se paró a fotografíar las flores. Y es que entre las numerosas especies de estos jardines, alguna floración es especialmente llamativa y ayer era habitual ver cómo eran fotografiadas.
Poda de las palmeras
Otro síntoma de la llegada de la primavera es la poda de las palmeras, tarea que ayer llevaba a cabo un equipo de expertos en los tres ejemplares más altos de la Rosaleda. Claro que la tarea, explican los especialistas, también se puede realizar en otoño o en verano, aunque nunca debe durante el invierno.
Dicha poda no es la única que se ha acometido en las últimas semanas, ya que con la proximidad de la primavera han sido varias las especies de los parques que han sido podadas por el servicio de jardines con vistas a la nueva estación que, por ahora, parece un poco reacia a mostrar su mejor cara.