«Todos nos prometen lo mismo»

Mila Méndez Otero
MILA MÉNDEZ A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

Residentes en el barrio lamentan que cada nuevo gobierno anuncie una peatonalización que nunca llega

15 mar 2018 . Actualizado a las 23:40 h.

Dos autoras de gusto y opiniones tan dispares coincidieron a la hora de fijar residencia en A Coruña. Rosalía de Castro y Emilia Pardo Bazán fueron vecinas del barrio por cuyas calles los residentes se las arreglan hoy para sortear baches, charcos y también coches. «Es una porquería, está muy descuidada y por encima tienes que tener cuidado de que no te atropellen al andar», levanta la voz Maca, mientras se apura para ir a recoger a los nietos al colegio. Insiste para que nos pasemos por la calle Cortaduría: «Tiene casi todas las losas levantadas».

EDUARDO PEREZ

Cristina Fernández, que lleva viviendo en la Ciudad Vieja 35 años, aprovecha una tregua de los cielos para sacar a los perros: «Es muy triste que vengan los turistas, les encante A Coruña, pero se lamenten de cómo está el casco antiguo. Fui a Ourense, está impecable. Pontevedra es el tesoro del rey. Y esto, con lo bonito que es, está así».

EDUARDO PEREZ

Eduardo Piñeiro tiene un ultramarinos en la calle Santiago, justo al lado de la que se cree es la iglesia más antigua de la ciudad. «A situación é penosa -lamenta-. A limpeza, as rúas. Non se poden aparcar os coches». Otra comerciante, Mónica Méndez, apunta en esta misma línea. Tiene una carnicería en la calle Damas: «Es muy difícil que vengan clientes si no son del barrio y tienen la tarjeta para poder aparcar. Hasta nosotros, que tenemos un negocio, no podemos».

EDUARDO PEREZ

José Luis se mudó aquí hace 15 años, «era la parte de la ciudad que más me gustaba». A pesar de todo, lo sigue siendo. «Es bastante mejorable. La peatonalización es básica, en Pontevedra se ha demostrado que funciona. También contar con plazas para aparcar».

Él propone una alternativa para la falta de plazas gratuitas: «Todos los terrenos militares serían un lugar perfecto». Cristina, insiste: «El vehículo es esencial para trabajar. Como la vestimenta». Félix, ya jubilado, es de los que llevan aquí toda la vida: «Esto es un puro charco». En algunos huecos de la calle por la que pasa entra un pie hasta el tobillo. Cristina, que vive en la calle Sinagoga, añade: «El Ayuntamiento se está preocupando y quiere peatonalizar la Ciudad Vieja. Lo que ocurre es que, desde que vivo aquí, todos los gobiernos locales prometen que van a hacer algo, pero, al final, todo sigue igual».

EDUARDO PEREZ

Chelo es arquitecta. Supervisa los retoques de un inmueble que no se ha librado de las pintadas: «La Ciudad Vieja está pendiente de rehabilitación. Le veo muchas posibilidades como zona residencial. Debería protegerse el uso de vivienda en planta baja». Sobre las leyes de patrimonio, dice: «No son trabas, son controles lógicos». Cuidar cada cambio es para ella el camino para que lo viejo, la esencia, no se pierda.

Las restricciones de patrimonio en rehabilitación dividen a vecinos y expertos

Las normas para preservar el patrimonio suelen disuadir a muchos propietarios de emprender una reforma. Algunos dicen que son precauciones exageradas, «es muy costoso, hasta para el Ayuntamiento, recolocar dos baldosas levantadas», opina Cristina Fernández, vecina del barrio. Chelo, arquitecta que acaba de finalizar una rehabilitación en un edificio de la travesía Zapatería, no piensa igual: «No se puede hacer lo que nos dé la gana. En este inmueble tuvo que venir hasta un arqueólogo porque bajamos la cota. Supuso aplazar la obra solo seis meses. Además, ¿en qué fachadas nos fijamos al levantar la vista? ¿En la preservadas o en las que no? Creo que en las primeras, ¿verdad?».