«Somos maiores, pero non parvos»

Mila Méndez Otero
mila méndez A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Ángel Manso

El enfado de los jubilados por la subida del 0,25 % crece y salen a la calle para reclamar un retiro «digno»

02 mar 2018 . Actualizado a las 09:53 h.

Solo los jubilados extremeños cobran menos que los gallegos. Los pensionistas de nuestra comunidad tienen uno de los retiros más pírricos. «Emigramos e non protestamos», se queja una de las congregadas a las puertas de la Tesorería General de la Seguridad Social. «Tengo una pensión decente, pero vengo aquí por esos que cobran 500 euros o menos», se explica Ana Rodríguez. Tiene 69. La prejubilaron «a la fuerza». Trabajaba en el sector de la telefonía. «Nunca pensé que llegaría a esta edad tan cabreada. Cuando sale un poco el sol los parques de A Coruña se llenan de jubilados. Se sientan en un banco porque no se pueden permitir un café. En el súper se conforman con la choupa pasada», dice.

María Vilariño Balado cumplió los 72. Trabajó toda su vida como limpiadora. Subraya que tuvo suerte. Al menos, cotizó. «A miña pensión é unha auténtica caca», protesta. En realidad, hierve por decir otra palabra. Aunque su hija trabaja, ella contribuye con los gastos de los estudios de su nieto. En casa de Mari Regueiro viven de los 900 euros que cobra su marido. También echan una mano a sus hijas, sin empleo. «Eu traballei como unha desgraciada limpando, pero non me pagaron seguro e cando comecei a cotizar xa era tarde», lamenta. «Aquí faltan moitos xubilados», critican en alto. María Vilariño justifica el reproche: «Escoito a moitos que se queixan na casa polas súas pensións, pero sempre acaban votando aos mesmos. É unha auténtica pena». Otra de las mujeres del grupo, Calina, supera los 700 raspados a final de mes. Trabajó en la Obra Social de la antigua Caixa Galicia. «Qué mínimo que nos aplicaran la subida del IPC», apunta. Con todos los pensionistas que hay en el país, ¿debería el Gobierno empezar a tenerles miedo? «Por lo menos, debería respetarnos», responde.

Un sistema «sostenible»

Al grito de «pensións dignas» o «nos robasteis el dinero de las jubilaciones», los retirados coruñeses insisten en que el sistema es «sostenible». Fernando Crespo, jubilado tras más de 45 años trabajando en el Chuac, pone un ejemplo: «O orzamento do Exército non depende de ningunha renda. Mentres, a nós castígannos, cando somos os que fixemos o país. Quérennos vender o discurso da democracia cristiá europea: que nos capten os bancos e os plans de pensións. O peor é que os mozos o están crendo». Con todo, añade: «Estou aquí porque o día de mañá quero que os meus fillos saiban que loitei polos seus dereitos. Eu non podo ter queixa. Son dos que cobran máis de mil euros».

También supera esta barrera Antonio García, retirado de la hostelería. Pregunta en alto: «Que sería de moitas familias se non fose polos avós?». Asegura que en la residencia en la que estaba su madre sobran camas libres: «Sacan aos maiores dos centros porque non os poden pagar». Mari aprovecha un silencio: «Gustaríame ver aos do Goberno resistindo un mes con 500 euros». Fernando aclara: «Somos maiores, si, pero non parvos».