Cama y ducha para el cuidador

R. D. Seoane A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

La Asociación Galega de Transplantados de Médula y el Chuac gestionan un piso cedido por particulares para el respiro de los familiares de pacientes desplazados

17 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El impacto de un trasplante no es siempre igual por cuestiones tan básicas como vivir o no cerca del hospital. Cuando las operaciones son de médula, aún más. «Son ingresos muy largos», explicaba ayer Cristina Piñeiro Couce, presidenta de la Asociación Galega de Trasplantados de Médula, por experiencia propia. Al lado del paciente, a pie de cama, siempre está alguien cercano: madre, padre, pareja, hermano... «A veces, la labor del cuidador está un poco olvidada», reflexionaba en voz alta para explicar el por qué del acuerdo firmado ayer en el Chuac con Luis Verde, gerente de la Xerencia de Xestión Integrada de A Coruña, para gestionar el «gesto increíble» de una pareja que cedió gratuitamente un piso para que esos familiares permanentemente de guardia tengan dónde descansar, ducharse o meterse un bocado en la boca.

Gracias a este regalo anónimo, la vivienda se pondrá a disposición de las familias de pacientes desplazados, sin alojamiento en la ciudad, y con dificultades económicas. «Para muchas familias esta enfermedad supone un desembolso grande y no pueden pagarse un hotel», recalcó la presidenta de Asotrame, conocedora de que, al trance de un cáncer y un trasplante, se suman inconvenientes de conciliación laboral para acompañar al enfermo, y auténticas estrecheces para cubrir necesidades básicas. «Sé de gente que a veces no come, pasa con un café», dijo antes de lanzar el próximo reto de la asociación: poner en marcha un sistema de bonos de comida.

El piso, cedido hasta el mes de septiembre, está situado en el Barrio de las Flores, en la calle Camelias, y dispone en principio de tres plazas. «Tenemos pensado ampliar», apuntó Cristina Piñeiro, que también recalcó que «sí o sí» la iniciativa continuará pasado ese plazo. Para ello, ya han empezado a contactar con fundaciones y entidades que puedan asumir el coste del alquiler, ya que la propia asociación asume los gastos asociados al mantenimiento de la vivienda y el Chuac, por su parte, gestionará los casos. «Será el servicio de Trabajo Social el que valore las necesidades de cada familia», apuntó Luis Verde. Los cuidadores de trasplantados de médula, o incluso los pacientes en períodos de tratamiento ambulatorio, tendrán prioridad, pero también podrán acceder otros pacientes oncológicos en similares circunstancias.

De 42 a 9.000 donantes en 20 años

Fernando Mosteiro, coordinador de trasplantes del Chuac, destacó el progresivo aumento de las operaciones de médula, 52 hizo el Chuac en el 2017, y, sobre todo el «espectacular» incremento en la donación. En 1999, solo había 42 personas dispuestas a ceder la médula en Galicia, hoy son 9.000 (1.499 de ellos el último año). «Ahora es muy sencillo donar, en la inmensa mayoría de los casos el trasplante es con progenitores hematopoyéticos, a través de un sistema muy parecido a la extracción de sangre», subrayó. «Donar salva vidas, yo soy la prueba», añadió Piñeiro para continuar animando a la solidaridad.