«Hoxe aínda me preguntan: 'pero ti es a administradora da rede?'»

Mila Méndez Otero
M. Méndez REDACCIÓN / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

PACO RODRÍGUEZ

11 feb 2018 . Actualizado a las 04:45 h.

Montse Ponte trabaja en el departamento de Desarrollo de Dinahosting, como su nombre indica, una compañía que se dedica al alojamiento web. Aquí se encarga de la programación y gestión del área de dominios. Puede sonar muy complicado, pero Montse persevera: «La materia más odiada siguen siendo las matemáticas, ¡con lo chulas que son!».

Desde que comenzó la carrera en el año 94 fue consciente de que iba a formar parte de una minoría: «Estudié informática en A Coruña. Yo no tenía referentes en el mundo de la ingeniería en casa, pero sí tenía a mi madre. Siempre nos enseñó a mí y a mis hermanas que teníamos las mismas capacidades que cualquiera».

Ella y sus compañeras de clase salieron con un trabajo bajo el brazo. Eso sí, hay cosas que echa en falta: «En general, en las empresas del mundo de las tecnológicas, tampoco predominan las mujeres en puestos directivos. Las dificultades para conciliar existen en todos los sectores».

Montse habla de una «herencia cultural» contra la que hay que luchar. «En mi generación crecimos con la idea de que los hombres son bomberos, informáticos o mecánicos y las mujeres enfermeras o profesoras. Desde pequeñas tenemos menos contacto con la cacharrería. Pasó incluso en mi casa. Lo típico era que el hermano se encargase de todas las tareas que implicaban manualidades, donde se usaban herramientas».

El sistema educativo, apunta, debe hacer un importante esfuerzo por cambiar una tendencia que es preocupante: «No sabe transmitir las maravillas de las matemáticas, la física o la electrónica. Hay que cambiar el enfoque de las asignaturas técnicas de forma que lleguen a las jóvenes».

Su compañera Paula Martínez lleva el diseño, configuración y monitorización de redes que dan servicio, por ejemplo, a las páginas web. Ofrecen el espacio que ocupa en la nube toda su información. «Aínda hoxe, cando teño que contactar con colegas doutras empresas da rama ou cos nosos provedores escoito comentarios do tipo: ‘pero ti es a administradora da rede?’». En su clase, en el campus de Ourense, la balanza entre alumnos y alumnas estuvo más equilibrada. «Eramos 42 alumnas dun total de 90. Daquela non tiñamos claro que esta carreira fose a ter tantas saídas como se sabe agora».

Empezó en un ámbito, «cando case non se intuía que existía». Cuando todo debería estar más rodado, viene la marcha atrás. «Hai investigacións que indican que a elección de estudios superiores está influenciada polos estereotipos de xénero adquiridos dende a infancia. Por algunha razón, as mulleres son máis reticentes a optar por carreiras técnicas porque perciben que para ter éxito nelas é preciso certa ‘xenialidade’ e as mulleres identifícanse máis co traballo duro».

¿Qué haría ella? «Non debemos permitir que as nenas crean que non son tan xeniais e capaces coma os nenos. Tamén, facer ver que, aínda que é un territorio de homes, non é difícil facerse un oco. Estou encantada cos meus compañeiros e síntome valorada coma calquera deles».