Hartazgo en la Falperra por el baile de ubicaciones para el centro de salud

Basta un paseo por el Gurugú para darse cuenta de que a los vecinos del barrio la historia del centro de salud les empieza a recordar al cuento de la lechera. Entre eso y un folletín monótono. La sensación general con el asunto, que lleva estirándose tres años pasando por hasta tres ubicaciones distintas, es de hartazgo, reforzando los tópicos que la gente gasta habitualmente sobre quienes se dedican a la política: «Mira, que se arreglen ya y lo pongan de una vez, donde les dé la gana, pero que lo pongan», resume Celia tomándose un café en un bar en la calle Falperra.

Las preferencias sobre ubicación varían también según le caiga la casa al encuestado. «Por mí, aquí», dice Juan, vecino de la Falperra, al lado de la deteriorada cancha de juego donde quiere poner el edificio el Ayuntamiento. «Yo lo prefiero en el mercado», cuenta Juan Carlos, vecino de Médico Durán, mientras pasea a su perro.

Para Ricardo (Falperra), los de la zona de Federico Tapia no tienen problema ahora en subir hasta allí por las escaleras mecánicas de Maestro Clavé. Al lado de Ricardo está Matilde Sabio, que regenta el bar Martínez, frente a la parcela que quiere el consistorio: «A ver, yo lo que digo es que los vecinos de la Falperra quieren el ambulatorio en el mercado, pero si allí no hay sitio, mejor que lo pongan aquí y no en el paseo de los Puentes», apunta.

Lo de «haber sitio» parece ser la clave de la cuestión. Según el gobierno local, en Santa Lucía (5.000 metros cuadrados) no cabe el centro de salud siguiendo los parámetros que exige Sanidade para esos edificios. Sin embargo, sí lo habría en la vieja cancha de la Falperra (600 metros, la mitad de ellos en talud). ¿Por qué no cabe en el mercado? Porque el Ayuntamiento tiene para allí otro proyecto que prima el uso comercial, y con tal proyecto, no entra.

A Manuel, vecino de Sinforiano López -en la parte más cercana a la ronda de Nelle- le vendría mejor, por proximidad, poner el inmueble en la calle Falperra. Pero mira el asunto con perspectiva y arroja algo de luz sobre el asunto: «En la Falperra beneficia a unos cuantos que vivimos más cerca, pero el mercado está mejor situado, porque la otra ubicación les queda muy lejos a los que viven en el entorno de la plaza de Vigo», dice.

El jueves, el alcalde se reunió con el conselleiro de Sanidade para hablar del asunto y ayer Ferreiro contaba que no le habían puesto pegas al cambio impulsado por la Marea: «Onte -por el jueves- quedou claro que na Falperra, colle», dijo, recordando que incluso se podría hacer un acceso rodado desde la ronda de Nelle y que con las obras en José Cornide los accesos iban a mejorar. La Xunta lo estudiará.

«El cuento de nunca acabar»

El plan de reformar Santa Lucía y convertirlo en mercado y centro de salud se firmó con la Xunta durante el anterior mandato. La Marea, en el actual, paró máquinas y repensó el proyecto. «Esto es el cuento de nunca acabar, tanto enredo y tanta historia me supera. Ahora esa parcela que descubrieron tres años después es el no va más, pero es la única parcela libre del barrio, teniendo una parcela de 5.000 metros cuadrados me parece una broma que quieran poner ahí un edificio en lugar de hacer una plaza. Los vecinos de la zona de plaza de Vigo, Federico Tapia y Gómez Zamalloa ya están diciendo que los dejen como están, porque tendrán que subir hasta lo más alto del barrio», dice Antonio Deus, presidente de la asociación vecinal.

«Por min na Falperra, perfecto -cuenta Alicia, que atiende un ultramarinos del mismo nombre junto a esa calle-, pero os do outro lado preferirán no mercado». En la tienda se queda hablando a solas con una clienta sobre el asunto: «A xente está dividida», se escucha. Hasta el momento, eso es todo lo que se ha conseguido, porque por el centro de salud habrá que seguir esperando.

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