Sanción de 15 partidos al técnico que agredió al padre del árbitro

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

Durante un partido de alevines en A Coruña tras una discusión previa entre el padre del entrenador y el del joven colegiado

09 feb 2018 . Actualizado a las 17:45 h.

El máximo castigo previsto en el reglamento disciplinario. Es la decisión que ha tomado el Comité de Competición y Disciplina, reunido tras el incidente vivido el pasado domingo en la ciudad deportiva de La Torre, en un partido de alevines que enfrentaba al Imperátor y al San Cristóbal. El artículo 89.f recoge que la sanción puede oscilar entre seis y quince encuentros. El técnico del San Cristóbal, Daniel F.S, presentó su renuncia tras el partido y el club lo ha apartado de sus funciones.

El origen de la agresión estuvo en una discusión que mantenían el padre del preparador y el del árbitro del partido en uno de los laterales del campo. El técnico abandonó su lugar en el banquillo para intervenir en ella y acabó, según recoge el atestado policial, propinando un cabezazo al progenitor del trencilla, que empezó a brotar sangre por una brecha en la nariz.

El altercado obligó a intervenir a los servicios sanitarios, que trasladaron al herido al Chuac y en el campo se presentaron tres patrullas de la Policía Nacional que se llevaron al preparador mientras dirgía a los niños desde el banquillo. Fue precisamente su padre, el que le relevó tras la intervención policial ante la decisión del árbitro de continuar el partido.

Varios padres de jugadores del equipo del San Cristóbal han querido aclarar a La Voz que no existieron incidencias previas entre los que seguían el partido en la tarde del domingo, con unas condiciones climatológicas adversas, y que el único problema que se produjo antes del agresión fue la discusión que protagonizaron los progenitores del técnico y el colegiado a raíz de la señalización de un penalti.

José Enrique F.A., padre de Daniel F.S, alega que su hijo participó de la discusión en su defensa y que se encuentra muy afectado ante las consecuencias que se han derivado de lo ocurrido, entre otras la pérdida de su puesto de trabajo. El agredido no requirió intervención quirúrgica tras descartarse, en su ingreso hospitalario, la fractura de los huesos propios de la nariz.

Tras analizar el acta arbitral, y basándose en la aplicación del artículo 114 de los estatutos federativos, el comité ha decidido igualmente dar por finalizado el encuentro con el resutado parcial de 7-0 que presentaba el marcador en el minuto cinco del segundo tiempo cuando fue suspendido.

El árbitro, Darío M.T.R, de diecinueve años, hizo coincidir una granizada como motivo añadido para justificar la suspensión, admitiendo que «no se sentía capacitado» para continuar arbitrando tras lo ocurrido al filo del descanso. En el acta recogió literalmente que «en el minuto 32 de la primera parte, con el balón en juego, el delegado del San Cristóbal, cruzando el terreno de juego agredió a mi padre que se encontraba entre el público propinándole un cabezazo».