Pilar Varela Amaro: «Estuve cinco años comiendo pistachos para hacerme un disfraz»

Loreto Silvoso
loreto silvoso A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

EDUARDO PEREZ

Choqueira con plaza fija en la Torre, se ha transformado en váter, en cocina y en tendal

04 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando llega febrero, hay quien siente la pulsión de hacer orejas de Carnaval. A Pilar Varela Amaro (A Coruña, 1967) le entra el gusanillo del entroido y ya no lo suelta hasta que se retiran los últimos choqueiros de la calle de la Torre. Mujer creativa y de maña con la aguja -con razón es hija de costurera-, hace disfraces por doquier: para las hijas, para los nietos, para las amigas, para las hijas de sus amigas, para las amigas de sus amigas… Este año es la choqueira de honor y está feliz. ¡Viva Monte Alto!

-Pilar, ¿qué choqueira es usted?

-Yo soy choqueira-choqueira. Hago trajes de choqueira-pija para mis hijas, pero no para mí. Yo, de pijita no voy. [Risas]

-¿Sería un sacrilegio?

-Es que el buen choqueiro se hace con mínimo gasto, poco trabajo y mucho ingenio. Lo demás es choqueiro-pijo. Y, para mí, la clave es que no me reconozcan. Por eso me meto con todo el mundo.

-¿Lo de la placa le hace ilusión?

-Mucha. Llevo 30 años sin faltar un día. Es un reconocimiento.

-¿De qué va a ir este año?

-¡De capulla! Ja, ja...

-¿El disfraz que tiene más mérito es el que menos dinero cuesta?

-El más original con menos gasto. Monté uno con las chapas de cerveza que me guardaban en un bar. Mi marido las agujereó una a una para que yo pudiera coserlas después. También hice otros con cáscaras de mejillones o con cientos de macarrones. ¿Qué gasté? ¿Un bote de cola? [Risas]

-¿Qué ha llegado a hacer por un disfraz?

-Ir a la aldea a por plumas de gallina y luego teñirlas una a una.

-¡Ay madre! ¿y qué más?

-Estuvimos cinco años comiendo pistachos para hacer un disfraz con las cáscaras. Mérito de mi suegra, que fue quien las guardó.

-Como para aburrirlos...

-Pues aún los come cada tarde.

-¿De cuál está más orgullosa?

-Del de «Haciendo el Pino», que me pasé todo el día con los brazos en alto. Y del de tendal de la ropa. Y del de cocina con el cocido al fuego. Y del de váter.

-Lo que no se le ocurra a usted...

-Ja, ja... Pues a mis tres nietos los vestí de Sota, Caballo y Rey. Otro año disfracé a uno de Nenuco y los de Famosa me dieron un premio ¡sin límite de precio!

Ingenio. Sus disfraces son conocidos por la originalidad. Todavía se recuerda su tendal de la ropa, el váter y la cocina con el cocido al fuego.

Tendrá su placa. Su nombre figurará en el retablo de ilustres choqueiros, como César San José, Alvarito, Fina Lesta o Palau.