La Marea rechazó en el 2015 el convenio para Lavedra que ahora exige a Fomento

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

La cesión de suelo está condicionada por la revisión del proyecto que no fue aceptado

30 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A principios de este año el gobierno local urgió a Fomento a iniciar de una vez por todas las obras de reforma de Alfonso Molina. Desde Rexeneración Urbana criticaban que el ministerio ni tan siquiera había remitido al consistorio un convenio para pactar con el Ayuntamiento las cesiones de suelo municipal necesarias para materializar la obra, indicando entonces que el único responsable de los retrasos era Fomento.

Desde el ministerio explican una versión bien distinta de lo que ocurrió con el proyecto para poder ejecutar esa obra. Recuerdan desde Fomento que el proyecto de ampliación de la avenida se aprobó en el 2014 y que el convenio de cesiones que ahora reclaman desde María Pita le fue remitido al Ayuntamiento en el 2015, hace más de dos años. Es más, en un mes se cumplirán tres años desde que el consistorio dio el visto bueno a aquel documento.

Cambio de criterio

«Este convenio no se firmó porque al nuevo gobierno local no le gustó la solución», indican desde Fomento. El cambio en la alcaldía supuso un veto a la ampliación de Alfonso Molina. La formación se opuso al proyecto, pero también a la cesión, anulando el conjunto y obligando al ministerio a volver a empezar. Según Fomento la demora de más de dos años se debe a ese cambio de criterio desde A Coruña. «Se tuvo que hacer un proyecto nuevo», recuerdan, con el consiguiente retraso.

Además, en el ministerio también explican que ese convenio de cesiones no se puede presentar ahora porque, al existir un nuevo proyecto, este condiciona las afecciones de la vía. «El próximo hito será la aprobación de la nueva información pública del proyecto de trazado que ha debido realizarse por los acuerdos con la nueva corporación municipal. En consecuencia, cuando próximamente se apruebe el proyecto de trazado, quedarán confirmadas las nuevas afecciones», dicen.

Así, el convenio que pide María Pita y que critica que no se le haya remitido desde Madrid, no llegó porque la Marea anuló el que había aprobado en el 2015, y no puede llegar, según la versión de Fomento, porque hubo que rehacer el proyecto para adaptarlo a las demandas del gobierno local y, sin el proyecto rematado y aprobado definitivamente, no se puede establecer qué terrenos serán los que habrá que ocupar para ejecutar la obra.

La Marea pasó por varias fases en su relación con la obra de la avenida. En un primer momento se negaron a permitir su ampliación, proponiendo incluso achicarla para convertirla en una calle. Fomento admitió variaciones, pero dijo que no pondría fondos para tales fines, ya que su misión no era el ornato del callejero, sino crear infraestructuras que mejoren la movilidad y la seguridad viaria.

Finalmente, la Marea aceptó un plan que pasa por ampliar Alfonso Molina hasta los once carriles -incluyendo los de servicio- en su tramo más ancho. Ahora el gobierno local, en lugar de oponerse, urge al ministerio a ejecutar un proyecto en el que han hecho algunos cambios.

Un proyecto que estuvo rematado y aprobado y que tuvo que volver a empezar

Desde el 2015 el proyecto de Alfonso Molina ha recorrido distintas fases, cambios sucesivos que siguen demorando, sin fecha, el inicio de las obras.

Marzo del 2015

Todo listo. El proyecto de ampliación estaba rematado y el anterior gobierno local había dado luz verde al convenio de cesiones de suelo con Fomento. La obra estaba próxima a su inicio.

  

Julio del 2015

Rechazo al proyecto. La Marea, ya desde la alcaldía, rechaza el proyecto de Fomento y anula los acuerdos. No quiere la ampliación.

  

Julio del 2016

Acuerdo con Ana Pastor. Tras un año con todo parado el gobierno local llega a un acuerdo para modificar el proyecto con la entonces ministra, Ana Pastor. Aquel acuerdo obligaba a rehacer los planos.

  

Febrero del 2017

El paso de las ranas. Pese al acuerdo, el gobierno encarga a Iago Carro un informe sobre la humanización de la avenida, un texto que incluye pasos para anfibios, entre otras muchas cosas. Fomento lo rechaza y se remite al acuerdo alcanzado en julio.

  

8 de enero

No a la cesión. La Marea vota en pleno en contra de la moción del PP que urgía a concretar las cesiones necesarias de suelo para acortar plazos en la obra.

  

13 de enero

Manifestación. Ediles del gobierno acuden a una manifestación convocada por García Seoane y exigen al ministerio que actúe para resolver los problemas de acceso a la ciudad.

Más de 30 solicitudes de variaciones en el documento de la nueva avenida

En total, el proyecto de Alfonso Molina recibió 34 alegaciones, de las que diez proceden de Administraciones y el resto de empresas y afectados particulares. El Ayuntamiento presentó la suyas en septiembre. Aunque en teoría el proyecto se había consensuado, no aparecían algunas cuestiones que había reclamado en su día el consistorio. También la Xunta, el ADIF y la Universidade da Coruña presentaron algunos reparos al proyecto. En breve se expondrá al público con las correcciones que el ministerio acepte.

La obra tiene un presupuesto de 21 millones de euros que en teoría debería estar ejecutándose. El plazo de ejecución es de dos años, pero no se sabe si con los retrasos acumulados los trabajos podrán comenzar durante al actual mandato.