Julio Naveira y «El joven Picasso coruñés»

La Voz

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

24 ene 2018 . Actualizado a las 09:57 h.

«Esclarecer algo que estaba oculto y que pude ver al reunir en A Coruña los dibujos que Picasso había dispersado». Este es uno de los objetivos de Julio Naveira Montero (A Coruña, 1928) al escribir el libro El joven Picasso coruñés, una obra que por el momento no está a la venta al tratarse una autoedición, pero que en la tarde de ayer el autor presentó a la Asociación de Amas de Casa en un acto que tuvo lugar en el Casino. Sostiene Naveira que «Picasso toreó al público, a él que le gustaban tanto los toros, con sus cuadros», dejando en los mismos elementos para que fueran descubiertos más adelante. En esta línea asegura que «los dibujos que hizo en A Coruña trató de desperdigarlos» porque en los mismos se esconde «toda una biografía familiar». Apunta este veterano abogado, y delineante, que el origen del libro está en la exposición celebrada en el 2015 en el Museo de Belas Artes con motivo de los 120 años de la primera exposición del joven artista en la calle Real. En este sentido escribe: «A la vista del ingente trabajo de investigación que acredita la obra Picasso. Azul y blanco, de la que son autores Rubén Ventureira Novo y Elena Pardo García (...), se celebra la primera exposición propiamente dicha, de un importante número de obras que se ofrecen en venta al público y ello no hace más que acreditar cuanto con respecto a la misma el propio pintor deja manifestado».

Entre los aspectos de ese Picasso que hacía guiños en sus obras señala Julio Naveira el detalle de que «cuando no firma un dibujo pone un triángulo, a veces en el lugar más escondido posible; en ocasiones son triángulos desequilibrados y cuando él se encuentra bien son equiláteros perfectos». E insiste en que este libro «pone de relieve que esos dibujos entrañaban una confesión».

El autor del libro analiza un buen número de dibujos del artista, ya que considera que «los cuadros que pintó durante su juventud son los más importantes» y recoge diversos aspectos de la estancia de la familia en A Coruña citando en alguno de ellos a Ángel Padín como uno de los expertos en el pintor.

El joven Picasso coruñés recoge asimismo algunos de los acontecimientos ocurridos durante la estancia de la familia en la ciudad, como fue la llegada de Murguía como archivero de la delegación de Hacienda o la emigración de Curros a Cuba.