La cárcel cumple su particular condena

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

El abandono de las obras retrasa una vez más la apertura de un inmueble para el que hay planes desde hace 20 años

22 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia reciente de la antigua prisión provincial es un relato de problemas, planes, retrasos y actuaciones judiciales. El edificio que durante 82 años funcionó como presidio lleva desde finales de los 90 con su transición al uso civil atragantada. El último escollo surgió el pasado viernes, cuando la firma encargada de la restauración encargada por el Ayuntamiento abandonó la obra porque el proyecto municipal era de imposible cumplimiento.

El último parón

Un presupuesto escaso. El gobierno local consiguió a principios del año pasado firmar con Interior un acuerdo de cesión temporal para poder abrir las instalaciones. Entonces calculó que una intervención mínima bastaría para abrir algunas salas al uso público. Según los informes municipales, el edificio no presentaba un gran deterioro y convocó un concurso para adecuar la cubierta y varios espacios interiores por 185.000 euros. Sin embargo, tras un decenio sin mantenimiento, estaba mucho peor de lo previsto y el proyecto y los fondos resultaron insuficientes. La obra, que tenía que estar terminada, todavía no ha empezado y seguramente será necesario convocar un nuevo concurso.

primeros planes

Museo de la tecnología. A finales de los 90 el gobierno local de la ciudad, entonces en manos socialistas, empezó a pensar en los usos públicos de un inmueble del que en 1999 salió el último preso. Entonces se decidió que allí se iba a instalar un museo de la tecnología. Esa fue una de las primeras ideas y por aquellas fechas se empezó a negociar con Interior la futura cesión. La prisión todavía funcionaría a medio gas como centro de inserción social hasta el año 2009, cuando se produjo el cierre definitivo. Prisiones trasladó sus servicios a otras parcelas cedidas por el Ayuntamiento y la cárcel quedó cerrada.

diferencias

Un millón de euros. Interior y el Ayuntamiento pactaron en su día que el consistorio debería abonar un millón de euros por recuperar el inmueble, según el acuerdo firmado en el 2005. El convenio no llegó a materializarse durante los gobiernos socialistas ni con el bipartito, y el PP, cuando llegó a la alcaldía en el 2011, se negó a pagar por algo que consideraba tenía que revertir gratuitamente en la ciudad, que a principios del siglo XX había cedido el suelo, municipal, para un uso concreto, el de prisión. Acabado ese uso, el edificio debía volver a manos de sus antiguos propietarios. Amparados en el convenio del 2005 desde Interior -a través del SIEP, organismo que gestiona las prisiones- se negaron a esa devolución y el asunto acabó finalmente en los tribunales, donde todavía sigue su curso a la espera de los jueces decidan si hay pagar o el convenio del 2005 es nulo.

Aperturas

Actos culturales. Desde el cierre como prisión la cárcel pasó la mayor parte del tiempo cerrada. Funcionó para usos culturales durante una temporada con el gobierno bipartito, ya por entonces en mal estado. La falta de mantenimiento siguió afectando al edificio. El actual gobierno local logró su cesión temporal mientras los juzgados no fallan sobre la aplicación del convenio del 2005. Su intención era abrirla el pasado diciembre, pero las obras no han empezado.

Futuro

Más incertidumbre. Seguramente será necesario convocar un nuevo concurso, más realista y con más fondos, para afrontar las obras necesarias, lo que añadirá más retrasos a los 20 años de espera para su apertura definitiva. Después de dos decenios, habrá que seguir esperando una solución el nuevo problema.

Un suelo cedido por el consistorio para sustituir las dependencias del Parrote

A Coruña tuvo su prisión en el Parrote desde el siglo XVIII hasta bien entrado el XX. Sobre los restos de la antigua cárcel del Parrote se construyó después le hotel Finisterre.

1927

La prisión provincial de la Torre abre sus puertas. Un año después se demolerá la del Parrote. El nuevo edificio fue diseñado por el arquitecto Celestino Aranguren y suma más de 5.000 metros cuadrados de superficie construida en una parcela que pasa de los 13.000 metros y que fue cedida por el consistorio para hacer allí una prisión. Por entonces las instalaciones eran modernas, mucho mejores que las obsoletas del Parrote, más propias del Antiguo Régimen.

1999

La prisión provincial cierra y los presos son trasladados. Tras más de 80 años de uso el edificio ha quedado de nuevo obsoleto. Las personas que han de cumplir condena lo hacen en Teixeiro, una cárcel moderna construida dentro de los planes de Interior de renovar las viejas prisiones. La de A Coruña sigue funcionando hasta el 2009 como centro de inserción social. Desde entonces solo abrirá esporádicamente como para actividades culturales.

2017

Interior y el Ayuntamiento firman la cesión temporal. El gobierno local de la Marea entrega la gestión en un concurso a Proxecto Cárcere. La cesión fue denunciada por el PP en los juzgados por considerar que se dio a dedo. La Voz se puso en contacto con el gabinete de prensa y con el edil de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, pero no atendieron las llamadas de este medio para explicar sus planes.