Familias del Ofimático temen quedarse sin colegio por los retrasos

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

ANGEL MANSO

Sin la obra acabada, no tendrán puntos para optar a los centros educativos de la zona

13 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Adelantar el dinero para construir un piso y tener que esperar después ocho años para conseguir las llaves no solo es un revés para el más de un centenar de familias en esa situación en el parque Ofimático. Además de haber pagado durante todo ese tiempo, teniendo que abonar las cuotas de la vivienda nueva mientras desembolsaban el alquiler del lugar en que vivían, el retraso en las obras, del que los cooperativistas no son responsables, les está acarreando también problemas familiares y fiscales.

Diana González Oviaño es una de esas personas atrapadas por el errático desarrollo del polígono. Ahora que ve que al fin las cosas están cerca de su finalización, comprueba que los problemas no se han solucionado y que surgen otros nuevos vinculados a las demoras. El último, dice, el de la escolarización de un hijo.

Tendrá que matricularlo en un centro educativo en el plazo legal para hacerlo, entre el 1 y el 20 de marzo. Para poder elegir colegio Educación puntúa la cercanía de la vivienda. Sin esos puntos es habitual quedarse fuera.

Su problema está en que mientras no se acabe todo, no podrá escriturar, y mientras no escriture, no podrá acreditar que esa es su casa. El gobierno local les dijo la última vez que tendrían todos los permisos listos para hacer los papeles el pasado septiembre, pero en el ecuador de enero los trabajos y la burocracia aún no están terminados. «Yo vivo ahora en Monte Alto, y estoy viendo que a lo mejor en abril me mudo al Ofimático y tendré que llevar a mi hijo en coche cada día a la otra punta de A Coruña», dice, y asegura que hay otros muchos padres en la misma situación en las cooperativas que lo tienen casi todo listo, salvo aquello que al Ayuntamiento le falta por rematar. «En teoría en febrero estaremos con el papeleo, para tal y como van las cosas me temo que será algo después, demasiado tarde para los padres», lamenta.

Problemas con Hacienda

Intentando buscar una salida pasó por Educación, la Diputación y el Ayuntamiento, explicándoles su caso. «Nadie nos da una solución -dice-, la única era haber hecho trampa y empadronarnos en la casa de alguien, pero ni eso, porque la norma pide un año de empadronamiento mínimo», y lamenta que con la normativa actual «te obliguen a hacer un chanchullo».

El problema de González Oviaño no es solo con la escolarización de su hijo. Ella, como muchos otros, se metió en la compra del piso con cuentas vivienda o medidas similares de inversión que contemplaban una importante desgravación fiscal. Eso sí, Hacienda exige invertir el dinero en un plazo, y el problema es que hasta ahora no han podido hacerlo por los innumerables retrasos que tres gobiernos municipales acumulan en esa urbanización. «Nos está Hacienda encima con la desgravación por vivienda, y a mí me pueden reclamar unos 15.000 euros porque se agota el plazo», cuenta, y cree que a nadie le importa realmente la suerte de los cooperativistas: «Se tiran la pelota unos a otros, pero no nos dan una solución», afirma.