El homicida de Padre Rubinos, ya en prisión, llegó deportado de Inglaterra

E. Mouzo / A. Mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CEDIDA

Los usuarios del centro benéfico pidieron la celebración de una misa por el fallecido

12 ene 2018 . Actualizado a las 14:03 h.

El titular del Juzgado de Instrucción número 3 de A Coruña envió ayer prisión a J. M. C. L., de 50 años, el hombre que supuestamente mató en la tarde del pasado lunes de cuatro puñaladas a S. M. CH, de 43, en la explanada exterior del centro benéfico-social Padre Rubinos.

En el auto, que recoge el ingreso en el penal de Teixeiro, se le imputa un delito de homicidio. También contempla que su encarcelamiento será en régimen comunicado, aunque sin posibilidad de salir de la prisión bajo fianza.

A partir de este momento comienza el proceso de instrucción, con la llamada, por parte del juez, de aquellos testigos presentes durante la agresión mortal para que testifiquen, y del análisis de las pruebas que recabaron los agentes de la Policía Científica de la Policía Nacional.

A medida que van transcurriendo los días desde el acuchillamiento se van conociendo más datos sobre el supuesto agresor. Así, a J. M. C. L. le llamaban el Inglés. El mote tiene su explicación: «El hombre, aunque natural de Bilbao, había pasado más de 20 años trabajando en el Reino Unido y dominaba perfectamente el idioma de las islas británicas», indicó un conocido y también usuario de Padre Rubinos.

Fuentes próximas a la investigación del trágico suceso también señalaron que el supuesto homicida había llegado recientemente desde Inglaterra: «Lo habían deportado de ese país». Contaron, al mismo tiempo, que el hombre «tenía una orden de alejamiento de su familia».

Al llegar a A Coruña, supuestamente el pasado mes de diciembre, acudió al área de Servicios Sociales del Ayuntamiento, «a la unidad ubicada en Monte Alto, y desde allí nos lo derivaron al centro», indicó Eduardo Aceña, presidente de Padre Rubinos.

Llegó con un serio problema de adicción al alcohol «y se le trató con terapia y medicación y se estaba recuperando, hasta el punto de que ya participaba en todos los eventos que celebrábamos en el centro», indicó Aceña.

Los usuarios de Padre Rubinos solicitaron al presidente la celebración de una misa en la capilla del centro «por el alma del fallecido, que era muy querido por todos por su compañerismo y su sentido del humor, y sí, próximamente se va a celebrar el oficio religioso», afirmó Aceña.