A la espera de respuesta a las 34 alegaciones a la avenida

Eduardo Eiroa Millares
E. Eiroa A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Fomento cuenta con cerrar en breve el proyecto de trazado, pero aun no hay fecha para empezar la obra

10 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En el mismo tiempo (ocho años) que emplearon los romanos en construir -a mano- el Coliseo, los distintos gobiernos que han pasado por A Coruña no han sido capaces de poner ni la primera piedra de la ampliación de Alfonso Molina. La obra, reclamada por la ciudad desde hace décadas y defendida, una tras otra, por sucesivas corporaciones municipales hasta la actual, no supone una gran inversión para Fomento (21 millones) y es más, si se llega a hacer a tiempo, la hubiera salido gratis, porque la iba a pagar Audasa como pagó la ampliación de Rande y la de Santiago, ambas operativas.

¿Por qué Santiago y Vigo sí y A Coruña no?

Las actuaciones estaban encarriladas con el anterior gobierno local, pero entre las primeras decisiones que tomó el actual figuraba la de frenar ese proyecto. En el arranque del mandato el asunto levantó pasiones políticas y la Marea pidió no solo que no se ampliase, sino que se estrechase Alfonso Molina amparándose en lo que denominaron «efecto llamada», un fenómeno según el cual los conductores, al saber que dispondrían de más carriles, sentirían el impulso de llevar sus coches a la vía aumentando el tráfico y sus problemas. Fomento, que no suele realizar inversiones salvo que exista una gran demanda, acometió sin prisas la reforma del proyecto escuchando los argumentos municipales. Fue un año y medio de retraso -aun no acabó, pues María Pita presentó nuevas alegaciones el pasado septiembre, todavía no contestadas- para acabar con un proyecto igual al que había, con hasta once carriles, y algunos cambios: ahora incorpora sendas peatonales en los laterales, una nueva pasarela peatonal y cambian algo las paradas de buses. También se baja la velocidad, según pedía María Pita, a 50 en los carriles laterales y 70 en el tronco.

¿Qué falta?

Están pendientes de contestación las alegaciones al proyecto, que Fomento expuso a finales de junio. Además, todavía no se han ejecutado las expropiaciones, muchas de ellas de terrenos municipales que no están todavía a disposición del ministerio. Sin suelo, no podrán comenzar los trabajos.

¿Qué opina la alcaldía?

Si bien antes no querían la ampliación, ahora sí quieren las obras en María Pita. Desde el consistorio apuntan que el retraso depende exclusivamente de Fomento y que llevan desde el pasado febrero esperando a que les respondan a una solicitud de entrevista con el ministro. Sí mantuvieron una con la anterior, Ana Pastor, con la que consensuaron una serie de cambios de permeabilidad y reducción del límite de velocidad. Dicen, además, el ministerio tiene pendiente de licitación de la pasarela de Pedralonga cuando en su día se dijo que iba a tener una tramitación aparte y más rápida. Tampoco se ha empezado.

Una propuesta paralela

Mientras Fomento preparaba su proyecto incorporando las peticiones municipales, el Ayuntamiento encargaba un estudio paralelo con mejoras para la avenida. Se trata del documento firmado por el arquitecto Iago Carro -firmante del manifiesto de la Marea- en que se sugería, entre otras cosas, que se construyesen pasos para anfibios, se adecentasen los bajos de los viaductos para hacerlos menos inhóspitos para los sintecho, que se creasen huertos urbanos en el entorno y que se protegiesen antiguos solares anegados abandonados durante la crisis y con valor, decía, por su flora y su fauna. El ministerio dijo que no pensaba introducir ningún cambio más de los pactados previamente, pero seguramente el documento no contribuyó a agilizar los trámites.

¿En qué punto están los trabajos?

El ministerio tiene listos los informes para responder a las 34 alegaciones presentadas. En breve, indican, se aprobará definitivamente el proyecto de trazado. Ese documento se incorporará al proyecto de construcción, que será el siguiente paso, en paralelo a la ejecución de las expropiaciones. Hay 21 millones presupuestados hasta el 2020, pero será muy difícil acabar en ese plazo, porque la obra llevará unos 14 meses y porque cuando los pasos previos se completen, faltará todavía sacar a licitación los trabajos, otro procedimiento que puede suponer otros seis meses antes de la firma del contrato. Después empezarán las obras, que con suerte estarán en marcha antes de que finalice el actual mandato.