Los achaques del reloj del Obelisco

A CORUÑA CIUDAD

Bea Franco

09 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

1 Es mayor que cualquier ciudadano de A Coruña. Tiene 123 años. «Se conserva bien, pero con los achaques propios de la edad. Parece que va adelantado o retrasado, pero en realidad es súper preciso. Lo que sucede es que tiene ciertas holguras en los engranajes que lo llevan a desplazar la aguja de manera irregular en determinados momentos», comentan Carlos y Jacobo Sánchez González-Dans, de Dans Relojeros. Esta histórica firma coruñesa acaba de ganar el concurso de mantenimiento de los relojes municipales, incluida la extraordinaria colección que alberga el palacio de María Pita. Ayer por la mañana acudieron como cada semana a darle cuerda a este imponente testigo del paso del tiempo desde que se instaló en 1895. «Es necesario darle cuerda semanalmente. Lo ideal sería llevarlo al taller para una rehabilitación total, pero sería muy complejo. La maquinaria está abajo y la transmisión a las esferas es mediante una barra», explican los expertos en los micrófonos de Radio Voz, ya que ayer el programa Voces de A Coruña pudo visitar por dentro el Obelisco. Por cierto, no hay escaleras interiores para acceder a la parte alta. «Para arreglar las esferas, por ejemplo, se precisa la ayuda de la grúa de los bomberos», destaca Carlos Sánchez, que también recuerda que en 1952 se le dio más altura al obelisco original. No hace tantos años que el Ayuntamiento barajó la posibilidad de hacerlo crecer nuevamente y darle más metros, pero finalmente se desechó. «Entonces sería complicado ver las esferas, quedarían demasiado altas», apunta Carlos. Lo importante es que el legendario reloj del Obelisco goza de buena salud pero precisa de algunos cuidados. Son los achaques de la edad.

A 3.000 euros del sueño

2 «Se ha vendido muchísimo, pero todavía no alcanzamos el objetivo de los 25.000 euros. Llevamos ahora 22.000», relata Isabel Ruiz, promotora de O Mercadillo, este año instalado en la calle Fernando González, en el antiguo local de Gadis. «Estamos muy contentas con la respuesta del público y pedimos un último esfuerzo porque estamos cerca del sueño», comenta esta mujer que destinará la mayor parte de la recaudación a la Cocina Económica y el resto, a Cáritas. Mañana, miércoles, será el último día de venta por lo que precisan 3.000 euros en las próximas 36 horas.

Fabada coruñesa

3 Un bar de A Coruña, Casa Matilde, en la Atocha Alta, es uno de los 14 preseleccionados en el concurso que busca la mejor fabada del mundo y cuya final se celebrará en Villaviciosa. «Es una obsesión que tengo. Soy un enamorado de Asturias y he preguntado y probado muchas fabadas para después aplicar esos conocimientos. La mejoro año tras año», asegura Víctor Sánchez, Vitiño, que desde hace dos años y medio regenta este local bautizado con el nombre de Matilde en homenaje al bar que tenía su bisabuela en O Seixal. «Los domingos servimos callos, pero la fabada solo la hacemos por encargo porque es un plato caro, ya que el producto es clave», apunta. Tendrá que competir con otros 13 locales de toda España para ser uno de los tres de fuera de Asturias que acudan a la final.