«A mi perro lo quiero tanto como a mi hermana»

Loreto Silvoso
LORETO SILVOSO A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

HOSPITAL PARA MASCOTAS 4 DE OCTUBRE
Paloma González de Ramos, responsable del centro veterinario
HOSPITAL PARA MASCOTAS 4 DE OCTUBRE Paloma González de Ramos, responsable del centro veterinario CESAR QUIAN

El perfil de Facebook de la directora del nuevo Hospital Veterinario 4 de Octubre está lleno de mascotas a las que salvar o adoptar. Ella misma rescató a sus dos perros, a los que adora

07 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Paloma González (A Coruña, 1988) tenía diecisiete años, su perro la mordió y le rompió un dedo. Alentada por sus padres, decidió educarlo con la ayuda de un adiestrador canino y eso le sirvió para descubrir su vocación. «Ahí fue cuando supe que quería dedicar mi vida profesional a algo relacionado con los animales», relata.

-¿Qué le dijeron sus padres cuando su cachorro la mordió (y luego rompió) el dedo?

-«O lo llevas a un educador o se va de casa». [Sonríe] La verdad es que mi perro estaba un poco asalvajado, pero es muy bueno. ¡Y era un cachorro! Tenía solo diez meses cuando pasó eso.

-Entonces, se pone en manos de Octavio Villazala y este hace, como siempre, magia.

-Sí. De hecho, yo decidí estudiar Veterinaria, en parte, por él. Antes de eso, lo de llevar el perro a un adiestrador me parecía algo horrible. Pero ahora ya no, claro.

-Pues ahora colabora mano a mano con él en los talleres de adiestramiento y las actividades formativas del nuevo hospital que usted dirige.

-Sí. Octavio es todo un referente en materia de educación canina. Él tiene buena parte de la culpa de que yo me dedique a esto.

-Lo de llamarse Paloma ya aventuraba una relación de cariño con los animales. ¿Sus perros tienen nombre de persona?

-Qué va. Se llaman Toro y Propo. Uno es mestizo y el otro es un bichón maltés.

-¿Cómo llegó a usted?

-Yo estaba trabajando en una clínica en A Coruña a la que acudía, habitualmente, un criador de bichón maltés. Este perro de la camada le salió con una patología cardíaca que se llama conducto arterioso persistente. Si no se operaba, el animal se moriría en cuestión de meses, así que requería una cirugía a corazón abierto. La situación era desesperada.

-Me imagino que el criador ya casi lo daba por perdido.

-Sí, pero decidí tratar de salvarlo; lo operamos y salió bien.

-Como haga eso con todos los perros que salve en el hospital, le auguro un futuro complicado.

-Intento no quedarme con todos los perros que salvo, porque si no, ¡acabaría como el arca de Noé! Pero, a veces, es complicado.

-Su otro perro lleva muchos años con usted.

-Sí. Un día, cuando me dirigía al colegio, me lo encontré metido en una caja junto a un árbol. Vi que la caja se movía y resultó que había ocho cachorros dentro. Un compañero mío logró colocarlos a todos y yo me quedé con uno. Lleva 13 años conmigo y es mi preferido. El otro es un poco bala perdida. [Risas]

-Los Reyes Magos dejaron ayer algún que otro can en las casas de los coruñeses; pero los perros no son juguetes.

-Un perro es una responsabilidad que implica mucho sacrificio.

-Explíquele a un «no amante de los perros» cuánto se puede querer a uno de estos bichos.

-Yo, a mi perro, lo quiero como puedo querer a mi hermana. Sé que hay personas que no lo entienden, pero, para mí, son como un miembro más de la familia. Siento tanto amor por unos como por otros.

-Unidades de comportamiento canino, piscina de rehabilitación, uci… ¿Estamos cuidando a nuestras mascotas mejor que a nosotros mismos?

-Esto es necesario. La piscina o unidad de rehabilitación no son un lujo. Si tienes un perro en casa quieres que esté en las mejores condiciones posibles. Nuestros animales cada vez viven más años y algunos tienen artrosis, algo que les da muy mala calidad de vida. Gracias a este tipo de tratamiento, lo pueden sobrellevar. Es mucho mejor esto que tomar otro tipo de decisiones.

«Abrimos el martes y ese día por la noche ya tuvimos nuestra primera cirugía de urgencia»

El Hospital Veterinario 4 de Octubre abrió sus puertas el martes pasado y ya está a pleno rendimiento. Su directora nos cuenta que ya han tenido que realizar la primera intervención quirúrgica.

-¿Qué acogida les ha brindado el gremio de veterinarios?

-Muy buena. Nosotros no somos una competencia para ellos. Piense que aquí no vamos a poner vacunas, ni microchips. Los perros seguirán teniendo su clínica de referencia y aquí vendrán para ser tratados de cuestiones concretas que su veterinario de cabecera no pueda realizar. Con la mayoría, por ahora, tenemos una buena relación.

-¿Ya les han empezado a remitir casos al hospital?

-Sí. Ya nos han remitido casos. De hecho, ya hemos tenido nuestra primera cirugía de urgencia, remitida por uno de nuestros compañeros.

-Nada más abrir...

-Sí. Abrimos el martes y ya ese mismo día por la noche unos compañeros nos remitieron una urgencia. La verdad es que está viniendo mucha gente para ver lo que se hace aquí o qué es esto.

-Da gusto ver una mujer al frente de este proyecto hospitalario.

-Pero lo de que yo sea la responsable del hospital es puramente circunstancial. Nos hemos juntado un grupo de veterinarios para poner en marcha este proyecto y la mayoría de mis socios son de Madrid. La que los ha arrastrado a la ciudad de A Coruña he sido yo, y la que está más implicada y pasará más tiempo aquí en el hospital soy yo. Así que fue por eso, nada más.

-¿Qué les parece A Coruña a sus compañeros? A los que son de fuera, digo.

-Les encanta. Se sorprenden cuando les propongo alguna vez aprovechar un descanso para ir hasta la playa de Barrañán, por ejemplo. Ya le ven las ventajas a las distancias cortas para todo.