Varios frentes abiertos para cerrar el año

R. García A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

El gobierno municipal despide el ejercicio enfrentado a diversos colectivos, desde la Policía Local a entidades vecinales

31 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde colectivos vecinales hasta la Policía Local, pasando por los okupas de la Comandancia o los cooperativistas del Ofimático, todos ellos mantienen discrepancias con el gobierno municipal en una agitada despedida de año. De todos modos, algunos colectivos esperan soluciones a sus conflictos en breve, en los primeros meses del 2018.

A Insumisa

«A actitude dialogante de Marea é unha farsa». El último colectivo que ha salido a mostrar sus discrepancias con el gobierno de la Marea es el de los okupas de la Comandancia de Obras, que llevan más de un año instalados ilegalmente en un edificio público. En un duro comunicado aseguran: «O certo é que si falamos os okupas con Marea, pero eles limítanse a afirmar que nos temos que ir polas boas ou polas malas, e nós afirmamos que nos queremos quedar. Toda esa estratexia de Marea de culpabilizar aos okupas pola falla dun acordo ao que é completamente imposible chegar é unha mostra da súa mala fe e a súa falla de escrúpulos». Es solo uno de los puntos de discrepancia del escrito. La concejala de Seguridad Ciudadana, Rocío Fraga, negó que la expulsión de los okupas de la Comandancia sea un asunto que esté sobre la mesa, mientras el alcalde, Xulio Ferreiro, insistió en la necesidad de diálogo, aunque no descartó su expulsión.

Ciudad Vieja

«Parece que se trata mejor a los okupas que a los vecinos». La reunión celebrada en el centro cívico de la Ciudad Vieja para presentar el proyecto de las Naves do Metrosidero no solo sacó a la luz las discrepancias entre el gobierno municipal y los okupas, sino que también enfadó a algunos vecinos. «Parece que se trata mejor a los okupas que a los vecinos», llegó a comentar Pedro Fernández, presidente de la asociación, apostillando con ironía: «Sabiendo esto pudimos haber okupado el gobierno militar». Aludía a los ocho años que llevaban esperando para disponer de un local social, si bien sentenciaba que la okupación «no es forma de hacer las cosas». Por fin ya tienen local y lo que esperan es la anunciada peatonalización de la Ciudad Vieja.

Esta semana tuvo lugar una reunión entre responsables municipales y representantes de los vecinos «y parece que hay mucho interés en sacar esto adelante» por parte del gobierno municipal. «Nosotros estaremos muy atentos a varias cuestiones, porque no es fácil», apuntaba el presidente, aludiendo a un plan cuyas líneas básicas se podrían conocer el próximo mes de febrero y que está previsto desarrollar a lo largo del primer semestre del 2018.

De todos modos, esta no es la única intervención pendiente de ejecutar por parte del Ayuntamiento en esta zona, puesto que los vecinos llevan meses reclamando la mejora de varios viales cuyo firme está levantado. A finales de noviembre, una empresa llevó a cabo el arreglo de un tramo de la calle Herrerías próximo a la plaza de las Bárbaras. Sin embargo, hay otros dos o tres viales en la Ciudad Vieja donde están anunciadas obras de mejora desde el pasado mes de octubre sin que por el momento se hayan llevado a cabo.

Santa Lucía

«Ahora es el momento de la reforma del proyecto, que ya se debería haber hecho antes de presentarlo». La Asociación de Vecinos y Comerciantes de la Falperra está «a la espera del estudio para modificar el proyecto para que pueda aceptarlo la Consellería de Sanidade», explica su presidente, Antonio Deus. Los vecinos quieren que el nuevo centro de salud se haga en Santa Lucía por ser «la mejor ubicación posible» y rechazan emplazarlo en otra parcela por temor a que lo alejen del barrio. El proyecto presentado «era inaceptable para la consellería y para la lógica común», apunta Deus. De todos modos, están a la espera de la nueva propuesta, y «somos optimistas porque pensamos que ahora es el momento de la reforma del proyecto que ya se debería haber hecho antes de presentarlo a los vecinos».

Ofimático

A la espera de poder entrar a vivir. Los cooperativistas del Ofimático tenían la promesa de los responsables municipales de que antes de Fin de Año estarían acabadas las obras de urbanización de la zona. Esto supondría que el gobierno local podría conceder las licencias de primera ocupación y con ello los propietarios ya estarían en condiciones de ocupar sus viviendas. Por el momento, los plazos no se han cumplido. A mediados de septiembre, el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, destacaba el avance de los trabajos para dotar al barrio de los servicios generales imprescindibles para que los cientos de cooperativistas que promovieron la construcción de los bloques reciban el permiso de habitabilidad. Según Varela, las obras, que habían empezado en julio, se estaban llevando a cabo después de una fase previa de «planificación e organización».

En octubre, técnicos municipales iniciaban las inspecciones para poder otorgar las licencias pendientes. En aquel momento los afectados ya tenían claro que no podrían entrar a vivir en ese mes, como habían exigido, pero contaban con poder hacerlo antes de Navidad. Pero ni antes ni durante. Los cooperativistas despiden el año fuera de sus pisos.

Policía Local

Pendientes de la reclasificación de la plantilla. Personal de la Policía Local coruñesa acudió el pasado viernes al pleno municipal, como público, para dejar constancia de sus reivindicaciones, que pasan por el hecho de que se cumpla el acuerdo de reclasificación de la plantilla que está firmado desde hace unos años, pero que hasta ahora las restricciones económicas no permitían poner en marcha. Esta reclasificación supondría una mejora económica para todo el colectivo.

Micasita

Estados Unidos prima sobre lo local. Con un «ahora no toca» de la concejala de Asuntos Sociales, el proyecto Micasita, del Hogar Sor Eusebia, ha pasado a un cajón en los planes del gobierno de la Marea. Para dar una solución a las personas que duermen en la calle, desde el Concello apuestan por el Housing First, un sistema implantado en Estados Unidos en los años noventa con cuyos responsables ya han tenido diversas reuniones para trasladarlo a la ciudad.