Prevé iniciar el próximo verano las obras de una torre de 60 pisos en 16 alturas
18 dic 2017 . Actualizado a las 11:41 h.El polígono de Someso se planeó en pleno bum del ladrillo para albergar oficinas de banca y pisos exclusivos al estilo de los grandes distritos financieros de la capital. El estallido de la burbuja se llevó por delante ese planteamiento, y durante un lustro paralizó las obras de construcción.
Ahora en Someso hay síntomas de reactivación, pronto volverán las grúas, pero habrá diferencias con el período previo a la crisis.
En la zona se ha instalado una oficina de ventas que comercializa viviendas en la futura torre Infinity, que albergará 60 apartamentos distribuidos en 16 alturas.
Serán pisos y dúplex de entre 71 y 151 metros cuadrados con dos características fundamentales: tendrán calificación energética A, lo que permitirá a sus inquilinos ahorrar en calefacción, y se levantarán en régimen de cooperativa, lo que ayudará a moderar los precios. El más bajo será 135.000 por un apartamento de 71 metros cuadrados con dos dormitorios y plaza de garaje. El más alto corresponderá a los dúplex de 151 metros cuadrados, con tres dormitorios y tres baños, y amplias vistas de la ciudad, que saldrán por 289.000 euros.
El sistema de cooperativa, explica Carlos Mon, representante de la entidad, permitirá a los compradores participar en el diseño de las viviendas y en la elección de los acabados. Mon destaca que están teniendo una respuesta «más positiva» de lo que esperaban a la iniciativa: empezaron la actividad comercializadora el 15 de noviembre y a finales de esta semana ya contaban con 15 cooperativistas. Afirma que si siguen a este ritmo podrían empezar las obras de la torre, que durarán 24 meses, el próximo verano.
En Someso no está previsto que ocurra lo mismo que en el Ofimático, donde los cooperativistas están teniendo problemas para acceder a sus viviendas a causa de la tardanza de las obras de urbanización, que dependen del Ayuntamiento y deberían concluir en las próximas semanas. Las parcelas ya son suelo urbano consolidado, por lo que cuentan con todos los servicios y no se espera ningún problema para obtener las licencias.
El régimen de cooperativa
Mon afirma que el sistema de cooperativa «es el futuro» frente al de la promoción más clásica.
Señala que en Madrid «el 80 %» de las nuevas construcciones de los últimos años se están realizando bajo ese régimen, que está vigente desde hace largo tiempo, pero que en la actualidad se ha dotado «con una seguridad jurídica mayor» para los implicados.
Además destaca el impacto de ese mecanismo en los precios, que son «un 25 % más bajos», incluso en viviendas en propiedad -no sometidas a las limitaciones de las protegidas- y con acabados de «alta calidad», como es el caso de la torre Infinity. Esa cantidad es comparable al ahorro medio que se calcula en las cooperativas de Madrid.
Mon también está convencido de que el futuro pasa por el área de Someso, que era la única de A Coruña en la que había una parcela con espacio suficiente para albergar un proyecto como el de la torre. Está seguro de que esa zona, tras los años de la crisis, se «revalorizará» a medida que se ocupen las nuevas viviendas, y también cuando finalice la urbanización del Ofimático.
La reactivación de una de las principales zonas de expansión del casco urbano
La urbanización de Someso iba a ser «la Castellana» coruñesa cuando fue presentada en 1999 por el alcalde, Francisco Vázquez, pero la crisis inmobiliaria se cruzó en su camino. Iban a levantarse dos torres de oficinas de 32 plantas y otros 17 edificios de 16 alturas. Para el 2009 se habían construido cuatro inmuebles con una media de cien viviendas cada uno, y el centro comercial Espacio Coruña. Entonces la crisis entró a fondo y las inversiones se paralizaron. El Ayuntamiento empezó a declarar caducadas las licencias de construcción. El parón fue casi general hasta que en el 2014 Vivienda Confort terminó una de sus torres y empezó a levantar otra.
La llegada de la cooperativa torre Infinity marca una nueva fase en la reactivación de la zona, a través de un mecanismo legal distinto a la promoción clásica.
A pesar de las dificultades de los últimos años, tanto Someso como el Ofimático se perfilan, como se planteó a finales de los noventa, como dos de las principales áreas de expansión de la ciudad, conectadas directamente con el centro a través de la avenida de Alfonso Molina, y con acceso casi directo a las principales salidas de la urbe, la autopista y la rotonda del Pasaje.
En el 2018, la llegada de los primeros inquilinos a las nuevas viviendas del Ofimático y la reactivación de Someso dotarán de mayor atractivo a la zona, que pronto contará con mejores accesos y un entorno más urbano gracias a los trabajos de mejora y ampliación en Alfonso Molina previstos por Fomento.