El fin del Ofimático se va al próximo mandato

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CARLOS FERNANDEZ SOUSA

María Pita ultima la concesión de las licencias de primera ocupación y anuncia una reforma del PGOM, que requerirá años, para adaptar el plan a la ampliación de Alfonso Molina y excluir San Vicente de Elviña

06 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre la creciente presión de los cooperativistas y los promotores, el gobierno local anunció ayer una nueva vuelta de tuerca a la alambicada historia del parque Ofimático. El concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, anunció una reforma del proyecto de urbanización y otra del plan general (PGOM) con tres objetivos: acabar la zona residencial, acometer el resto de la urbanización de forma «ordenada», y excluir del ámbito la parte afectada de San Vicente de Elviña.

El edil justificó la decisión por la ampliación de Alfonso Molina, que toca parte del Ofimático. Sin embargo, según fuentes municipales ese paso no es imprescindible, ya que las obras del Estado se superponen al planeamiento.

En todo caso, Varela informó de que Fomento prevé expropiar una parcela situada entre el edificio Proa y el Ofimático en la que el ADIF iba a construir viviendas para compensar su aportación de casi 14.000 metros cuadrados al polígono. Esa parcela estará rodeada por el nudo que conectará Alfonso Molina con el barrio. Según dijo Varela, quedará como zona verde, pero Fomento podría necesitarla para ampliar el nudo.

Esa expropiación obligará a conceder edificabilidad a ADIF en otra zona, aunque el edil señaló que quizá se pueda permutar por las parcelas que la entidad expropió al Ayuntamiento en Vío, que no fueron pagadas.

Varela insistió además en que se excluirá del ámbito la porción de San Vicente de Elviña afectada por el plan. En esa parcela iba a construirse un colegio, pero el edil señaló que el mínimo de dotaciones públicas en el Ofimático quedará cubierto con la urbanización al otro lado de la avenida.

Está por ver qué consecuencias tendrá la desafectación para los antiguos propietarios. El concejal señaló que se examinará cada caso de forma «personalizada».

En la parcela quedan dos viviendas habitadas, pero según fuentes municipales la finca ya está registrada como propiedad municipal, y solo podría ser enajenada siguiendo un procedimiento de concurso público.

Tanto en esa zona como en las parcelas situadas entre el Ofimático y Alfonso Molina y Matogrande, antes citadas, estará suspendida la concesión de licencias hasta que finalice la modificación del plan general, que debe pasar por el pleno. Para ello serán necesarios unos dos años, luego será preciso tocar el plan parcial, la reparcelación... lo que requerirá muchos meses más y podría afectar a las cuotas de urbanización.

Los cooperativistas

Varela señaló que las obras para dar las licencias de primera ocupación de los cooperativistas quedarán listas a finales de año, a falta de que Fenosa también las termine, y que por ahora solo A Carnocha ha presentado toda la documentación.

El edil no concretó el calendario para rematar la totalidad de la urbanización. Sí insistió en que se dará prioridad a las zonas residenciales y en que las obras podrían licitarse el año que viene, ya que la reforma del proyecto de urbanización podría tramitarse de forma «áxil» en base a un documento ya existente ahora.

Antes del anuncio, Varela mantuvo una reunión técnica con representantes de Xestur y de los promotores para explicar el plan.

Por parte de la Xunta, la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, remitió un escrito al Ayuntamiento proponiendo una reunión. El 29 de noviembre ya le envió una carta al alcalde solicitando un encuentro, ante la «preocupación» por el estado de ejecución del acuerdo alcanzado entre las tres partes en agosto del 2016 para reactivar las obras.

Los promotores mostraron su «enorme preocupación» por el «manifiesto incumplimiento del acuerdo» alcanzado entonces para «desatascar» el ámbito tras una sentencia que anulaba la adjudicación de las obras. Los promotores advirtieron que, en la situación actual de «incumplimiento de la legalidad», las licencias de las cooperativas podrían ser anuladas «por cualquiera» que recurra su concesión por el Ayuntamiento.

Insistieron en que el Ayuntamiento debe buscar una salida que «garantice la urbanización de todo el ámbito», no solo unas «obras mínimas de acceso» que no contemplan ni las zonas verdes ni los espacios libres. En esas circunstancias, insisten, la concesión de licencias sería irregular.