Cinco entrenadoras dirigen a los principales equipos de formación del Orzán coruñés
28 nov 2017 . Actualizado a las 11:13 h.El equipo coruñés del Orzán se ha empeñado en ser un referente a la hora de defender el papel de la mujer en el fútbol. Lo fue en el 2007, convirtiéndose en el motor del fútbol femenino herculino de la mano de Pili Neira; lo amplió un año después, creando los primeros equipos de base (alevín y benjamín) hasta alcanzar su máximo esplendor con Manu Sánchez (ahora en el Dépor) en la dirección deportiva, llegando a ser la entidad con más licencias femeninas de Galicia; y ahora también quiere dar un paso más impulsando la figura de la mujer-entrenadora, quizás la función menos desarrollada en el fútbol.
De hecho, esta temporada 2017-2018, el Orzán ha fiado la dirección de sus cinco equipos principales de formación a cinco mujeres: Benjamín A (María Santos), Benjamín B (Isa Santos), Prebenjamín A (Laura Raña), Prebenjamín B (Chenoa) y Biberón (Cape). «Todo esto nace de la idea de inculcar en el club una nueva metodología promoviendo sus valores, Y para esto qué mejor que jugadoras y exjugadoras nuestras. Todas son tituladas y han demostrado además con trabajo y resultados que son la mejor elección. Los padres están encantados con la idea y con el trabajo de cada una de ellas», explica Luis Iglesias, actual coordinador del club. Además, en el Orzán entienden que nadie mejor que ellas para inculcar valores como el del sacrificio a los niños: «Todos sabemos que una chica lucha más por ser futbolista que un chico, aunque poco a poco eso esté cambiando», agrega.
Chenoa es la capitana del Orzán B y además entrena al Prebenjamín B. Agradece la idea de su club. «No hay muchas chicas entrenando y por eso también es importante que el Orzán apueste por nosotras. Desde pequeña era una pasión lo que sentía por el fútbol y ahora poder enseñar a los niños es mejor todavía», apunta.
De la misma idea es Mónica Vilar, Cape, exjugadora del Deportivo B que ha regresado este año al Orzán. Se encarga de dar los primeros pasos con el equipo Biberón. «Yo hice educación infantil y todo lo que sea trabajar con niños me encanta. Y cuantos más pequeños mejor. De hecho, este año cogimos por primera vez a niños de dos años y tenemos a cuatro aquí divirtiéndose y aprendiendo con nosotros», explica.
María Santos dirige al Benjamín A. Fue jugadora, de las primeras del club, y este curso regresó con ideas nuevas tras su paso por el Atlético Arteixo. «Yo ya llevo años entrenando a equipos de fútbol 8 y a niñas mayores y la experiencia está siendo muy buena. Fui futbolista y claro, ya que ya no se puede ejercer jugando porque alcanzas una edad, me gusta mucho la idea de entrenar y enseñarles. Y qué mejor que en el Orzán, que fue el equipo que impulsó el fútbol en la ciudad porque si no era aquí te teníais que ir a la zona de Santiago a jugar», señala. La hermana de María es la encargada de dirigir al Benjamín B. Isa Santos es además la portera del equipo que compite en Primera Galicia. «Es mi primer año de entrenadora y la experiencia está siendo perfecta. También ayudo a mi hermana con el Benjamín A. Los padres están muy contentas con nosotras y nos llevamos todos muy bien» comenta.
Por último, Laura Raña hizo con Cape el camino de vuelta al Orzán después de jugar un año en el equipo filial del Deportivo. En el cuadro aurinegro se encarga de llevar las riendas del Prebenjamín A. «Entrenar a estos niños es un aprendizaje constante y doy las gracias al club por esta oportunidad que me está dando», destaca.
Las cinco esperan que su ejemplo pueda ayudar a que muchos otros clubes apuestan por la figura de la mujer en sus banquillos. Quizás el último territorio futbolístico que les queda por conquistar.