La Marea redobla la apuesta por el antiguo electorado de PSOE y BNG en los barrios

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

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XULIO FERREIRO EN EL PARQUE DE EIRÍS
XULIO FERREIRO EN EL PARQUE DE EIRÍS ANGEL MANSO

El PP también se echa a la calle y solo en esta semana Beatriz Mato hizo al menos cuatro visitas

20 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La precampaña de las municipales ya está aquí, año y medio antes de los comicios, más madrugadora que esos establecimientos que ponen la decoración navideña en septiembre. Esta misma semana, la concejalía de Rexeneración Urbana publicó unos folletos en los que hace balance de las 202 obras ejecutadas en lo que va de mandato. Fueron proyectos en su mayoría menores, como se puede apreciar en el listado que figura en los impresos, que incluye desde el pintado de cuatro viviendas hasta el arreglo de las alarmas en la biblioteca de la Sagrada Familia. Poco importa que la mayoría de ellas no fuesen obra nueva, sino trabajos de mantenimiento, o que en total sumen 11 millones de euros. Una cifra muy modesta comparada con los más de 36 millones que figuraban solo en el presupuesto del 2016 para inversiones, de los que no se llegó a ejecutar ni el 30 %, y este año están previstos resultados similares.

Pero los folletos incluyen y repiten una palabra fundamental, mil veces utilizada en el escenario electoral coruñés: barrios. Supuestamente, esas 202 obras atendieron algunas de las «demandas históricas» de esos barrios, que habían sufrido un largo abandono, según el discurso lanzado por el BNG cuando hacía oposición a Francisco Vázquez en el arranque del milenio.

En los comicios de mayo del 2003, los nacionalistas de Tello causaron al PSOE una fuga de votos por la izquierda, ganando miles de votos, la mayoría en los distritos 2, 5, 7, 8, 9 y 10 -ver gráfico adjunto-, a costa de los socialistas, amenazados en sus feudos por primera vez en décadas.

Las victorias de Vázquez se habían cimentado en los barrios, a donde había llevado desde los centros cívicos y las bibliotecas hasta el paseo marítimo, que no quiso relegar tan solo al centro.

El PP siempre mantuvo altos porcentajes de voto en los distritos 1 y 3. Vázquez llegó a superarlo, pero nunca tuvo la hegemonía que disfrutó en otras zonas. Aquel mayo resumió lo ocurrido diciendo «aunque les pongan aceras de plata, no te votan», y prometió reducir la inversión allí e incrementarla en los barrios.

Del auge del PP a la Marea

Su sucesor, Javier Losada, aplicó esa misma estrategia, lo que explica la ubicación del Ágora o del Muncyt. Pero la caída socialista en los barrios continuó. Parte de su electorado pasó al BNG, con el que gobernó del 2007 al 2011. Pero ese año otra gran parte de sus votantes se movieron hasta la órbita del PP, que obtuvo la mayoría absoluta gracias a un respaldo altísimo en sus feudos del centro, pero también en antiguos feudos socialistas como los Rosales o los Mallos.

En el 2015 se produjo otro gran movimiento, con la irrupción de la Marea, que logró miles de votos en los barrios, especialmente en Monte Alto, Atochas y Adormideras, donde ganó en 30 mesas electorales de las 34 en disputa.

Se le resistieron los distritos 1 y 3, donde el PP ganó aunque con mucho menos apoyo en el 2011.

Esa situación se ha consolidado en los dos últimos años. Según las últimas encuestas de Sondaxe, las zonas más críticas con la gestión de Xulio Ferreiro y la Marea son los distritos del centro, mientras que seguiría ganando en la mayoría de los barrios.

Eso explica la renovada apuesta de la Marea por los barrios, tan mencionados en el folleto. De hecho, la mayoría de las obras previstas por el gobierno local en su último cambio de presupuesto se van a desarrollar en esas zonas. Destaca la inversión para renovar pavimentos en los Rosales, una zona que según los sondeos se estaba inclinando hacia el PP.

La apuesta de la Marea por consolidar su electorado en los barrios augura una relación cada vez más compleja entre ellos, el PSOE y el BNG, que tienen allí sus principales caladeros de voto.

La pelea en la izquierda

Las hostilidades no han tardado. El Bloque lanzó una de las primeras salvas acusando a los socialistas de preferir pagar la deuda a la banca antes saldar la «débeda urxente» que el gobierno de Ferreiro tiene con los barrios. La Marea se sumó con un argumento parecido contra el PSOE.

Pero tampoco el PP puede descuidar ese electorado, sin el que le resultará imposible alcanzar la mayoría absoluta. Su candidata in pectore, la conselleira Beatriz Mato, está multiplicando su presencia en los barrios. Solo está semana visitó el Agra, Novo Mesoiro, el Ensanche y la zona de los Mallos, Sagrada Familia y la estación de trenes, entrevistándose con residentes y con las asociaciones de vecinos. También el alcalde está reforzando su presencia en la calle, como esta semana en la inauguración de una placa en memoria de Alexander Von Humboldt, tras la que conversó con varios vecinos que se acercaron a mirar y, en algún caso, a reclamar obras y mejoras.