As Encrobas podrá aportar el doble de agua de Cecebre sin perder calidad

m. carneiro A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

ANA GARCÍA

Los científicos no observan diferencias cualitativas respecto a las fuentes del lago

16 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«El lago de As Encrobas es un sistema en un estado magnífico y un ejemplo modélico en cuanto a la ejecución del proyecto de restauración y la percepción de lo que es una gestión integrada de cuenca, que hay que perfeccionar y desarrollar, pero cuyas bases están planteadas. A lo mejor peco un poquito de osado, pero yo diría que a este nivel no hay otro ejemplo en el mundo», afirma Jordi Delgado Martín, ingeniero de caminos y miembro del Grupo de Enxeñaría da Auga e do Medio Ambiente de la Universidade da Coruña que, junto con la Estación de Hidrobioloxía do Encoro do Con de la Universidade de Santiago, dirige desde hace nueve años el insólito proyecto de inundación controlada de una mina de carbón ya cerrada para abastecer de agua a una población de las dimensiones del área metropolitana de A Coruña.

La llanura primitiva de As Encrobas (Cerceda), surcada por regatos mal organizados que drenaban aguas abajo en el río Barcés, recuperó en el 2008 esos arroyos que en 1977 se habían desviado para explotar el lignito y que una vez restituidos a su curso natural fueron nutriendo el futuro lago hasta su «rebose», el 29 de abril del 2016, con una profundidad final de 205 metros y un volumen de 149 hectómetros cúbicos.

Siete Cecebres, y de ellos, disponibles para liberar al Barcés, dos: los 24 hm3 alojados desde la superficie del lago hasta la cota de 15 metros de profundidad donde se encuentra la boca de la tubería que empezó a construirse durante el llenado (ahora tendrá que completarse hasta el río), y en caso de necesidad, otra cantidad de agua similar almacenada por debajo de la toma de la canalización, que habría que obtener mediante bombeo.

«Sí, es buena»

«Prácticamente toda el agua almacenada es útil para cualquier uso que se le quiera dar», explica Jordi Delgado con una resistencia manifiesta a calificar la calidad del agua como buena o mala. «Pero sí, es buena», concede. «No se puede comparar la de un lago con el agua corriente de un río, pero entre los arroyos de la cabecera y la que sale hacia el Barcés no deben percibirse diferencias de calidad; de hecho, no se observan», anota el ingeniero. La autoridad hidráulica impuso condiciones físicoquímicas «muy estrictas» para el proceso de «vertido», que como tal se trató, normativamente, el agua que llegaría al Barcés.

A este grado de exigencia se refirió el científico para establecer el nivel deseable en la futura gestión del recurso y del territorio. «Seguramente quien tenga que tomar las decisiones tendrá que sentarse y determinar qué es aceptable y qué no es aceptable hacer en el entorno, pero desde mi punto de vista el mínimo es una red de control adecuada a las necesidades del sistema y una exigencia no inferior a la que se ha puesto para el propio vertido. Hablamos de una masa de agua para el uso más sensible que existe y lo que llegue a esta masa tiene que estar controlado y registrado. Tienen que estar identificadas cuáles son las perturbaciones e identificar a su vez a qué obedecen esas perturbaciones», recomienda el científico, que defiende la protección ambiental de toda la cuenca del Mero-Barcés.

Los ayuntamientos piden colaboración vecinal y empiezan a aplicar hoy medidas de ahorro

A Coruña, que llevó la iniciativa, Oleiros y Culleredo fueron los primeros municipios del área metropolitana, de entre los que beben del embalse de Cecebre, en aplicar el acuerdo alcanzado en la Mesa del Agua del pasado 10 de noviembre para abordar medidas inmediatas de ahorro, en consideración a la alerta por sequía decretada por la Xunta después de un año y medio sin lluvias intensas.

Con el nivel de la presa que abastece a 385.000 habitantes de la comarca por debajo del 38 %, los alcaldes piden ayuda a los vecinos para afrontar una situación que, en caso de que el tiempo no lo remedie en los próximos dos meses y medio (los más lluviosos del año), «ameaza con levarnos a un escenario difícil de cara ao subministro para todas as necesidades da poboación», advierte Xulio Ferreiro, alcalde de A Coruña, en el bando municipal que hoy se publica para informar a la ciudadanía de las restricciones que se aplicarán a partir de hoy.

Batería de medidas

La batería de urgencia incluye restricciones o control del consumo en fuentes ornamentales, surtidores, edificios e instalaciones municipales, eliminación de los baldeos de calles, reducción de los riegos públicos y privados, «xa que a actual situación de humidade ambiental permite racionalizalos», aconseja el bando, y un refuerzo en la inspección de fugas en la red de abastecimiento para detectarlas y minimizar las pérdidas.

El gobierno local incide en la corresponsabilidad de los vecinos, las instituciones y las empresas en la gestión del recurso y anuncia que el equipo técnico de Emalcsa está trabajando en soluciones, tanto de emergencia como a largo plazo, en la hipótesis de que la sequía se prolongue.