Prisión sin fianza para el hombre que mató a su primo a cuchilladas en plena calle

Brais Capelán A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Investigan si la agresión mortal en A Coruña se produjo debido a discrepancias por un negocio común

12 nov 2017 . Actualizado a las 00:50 h.

6.35 horas. Calle Antonio Pedreira Ríos (A Coruña)Los vecinos del edificio número 44 escuchan gritos de socorro procedentes de la calle. «Cuando me asomé vi a dos personas abrazándose. Pensé que eran dos borrachos que vendrían de fiesta. Pero cuando se separaron uno sacó del abdomen del otro un cuchillo», relata un vecino que presenció la secuencia completa de los hechos. El arma del homicida era de gran tamaño, «de entre 20 y 30 centímetros».

Tras el apuñalamiento, que tuvo lugar junto a la furgoneta blanca de la víctima, el autor de los hechos echó a correr calle arriba. Los vecinos fueron quienes pusieron sobre la pista a la policía, ya que el sospechoso llevaba una chaqueta reflectante. Mientras, Eduardo Abad Loxo, natural de Noia y de 50 años, moría en la acera contraria a la que fue herido. Los sanitarios ya no pudieron hacer nada. La zona, en el barrio de Os Mariñeiros y próxima al colegio Raquel Camacho, quedó acordonada hasta casi las nueve de la mañana. Los menores que acudían a clase fueron testigos del levantamiento del cadáver.

Tras la alerta de los vecinos, una de las patrullas de la Policía Local que se dirigía al lugar del crimen fue alertada por un viandante, en la ronda de Outeiro con la calle Luis de Camoes, de que un hombre acababa de huir de la zona corriendo. El sospechoso fue encontrado en un subterráneo de la calle Almirante Mourelle, a 100 metros del lugar de los hechos. Tenía un corte en la cara del que manaba abundante sangre y que dejó un rastro tras de sí desde la propia ronda de Outeiro. Y llevaba un cordón atado a la cintura con lo que parecía ser la funda de un cuchillo hecha con papeles de periódico. Alegó que no había hecho nada y que el corte se lo produjo al caerse mientras practicaba deporte.

Otra patrulla que acudió a la llamada encontró dentro de un contenedor el cuchillo que supuestamente habría utilizado. Estaba cubierto de sangre. En el mismo lugar también había una chaqueta reflectante, como la descrita por los vecinos. Los agentes procedieron a la detención del presunto autor de los hechos. Se llama Eduardo Loxo, tiene 54 años y es primo del fallecido. Ambos tendrían un negocio en común, una pescadería situada en la propia ronda de Outeiro. En Internet consta una empresa a nombre de Eduardo Manuel Abad Loxo, el fallecido. Este era conocido como Abad en el puerto coruñés, adonde acudía de madrugada a por pescado, siempre con una gorra en la cabeza. De hecho, según contaron los testigos, estaba cargando cajas en su furgoneta, una Seat Marbella blanca, cuando supuestamente fue sorprendido por su primo. El negocio había sido traspasado hace poco, un hecho que podría haber desencadenado la agresión.

«Mataron ao meu fillo»

8.30 horas. Número 300 de la ronda de Outeiro. Los vecinos del edificio oyen voces procedentes del cuarto. «Meu fillo! Mataron ao meu fillo!», grita desconsolada una mujer mayor. Es la madre del fallecido. Este vivía con ella, que está enferma. De hecho, en Internet figura este domicilio como la sede de su empresa, un «comercio al por menor de productos alimenticios».

«Era una persona muy amable. Que te trataba como si te conociese de toda la vida», dijo una vecina sobre el fallecido, que apenas hacía vida en el barrio y que, además de con su madre, residía con su mujer. Alrededor de las 11 de la mañana salía la madre por la puerta, ayudada por dos mujeres y visiblemente afectada.

El supuesto homicida

14 horas. Número 103 de la ronda de Outeiro, junto a la estación de trenes. Allí reside Eduardo Loxo, presunto autor de los hechos, que ya se encuentra en las dependencias de la Policía Nacional, en el cuartel de Lonzas, esperando pasar a disposición judicial. Paraba habitualmente en una taberna que hace esquina en la calle. «Con nosotros siempre fue una persona muy simpática. Hablábamos de temas triviales, nunca de la familia o del trabajo», señala la responsable del local, que desmiente cualquier comportamiento extraño en las últimas semanas.

Sobre Eduardo Loxo recae la sospecha de haber acuchillado mortalmente a su primo, Eduardo Abad, con quien compartía negocio. Habrá que esperar a que preste declaración para vislumbrar qué motivos llevaron a este pescadero a cometer presuntamente el crimen.

Eduardo Loxo pasó en la mañana de este sábado a disposición judicial, siendo acusado de un presunto delito de homicidio. El juez ha decretado prisión provisional comunicada y sin fianza para este coruñés de 54 años. Ingresó este mismo sábado en la cárcel de Teixeiro.

El fallecido perteneció al Exército Guerrilheiro y fue condenado tras el atentado de Irixoa

La víctima, en una foto de 1989
La víctima, en una foto de 1989

Su pasado no guarda ninguna relación con lo ocurrido ayer en A Coruña, pero el fallecido ya había ocupado páginas de periódico en otras ocasiones. Eduardo Manuel Abad Loxo (Noia, 1967), conocido como Duarte, perteneció al Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive. Fue detenido en relación con el atentado de 1989 en Irixoa que le costó la vida al agente de la Guardia Civil Benedicto García Ruzo.

Eduardo Abad, vecino de Os Mallos en aquel momento, tenía 21 años y era estudiante de segundo curso de la Facultade de Xeografía e Historia de la Universidade de Santiago. Los Comités Abertos del centro se llegaron a manifestar en solidaridad por su detención. A Eduardo, como al resto de los nueve detenidos por el atentado de Irixoa, le fue aplicada la Ley Antiterrorista y fue juzgado por la Audiencia Nacional.

La sentencia del juicio, que se dictaminó en 1994, lo encontró culpable por pertenencia a banda armada y por tenencia ilícita de armas y de explosivos. Fue condenado a 19 años, que cumplió entre las prisiones de Teruel y de Teixeiro. En la cárcel aragonesa protagonizó en el año 1996 una huelga de hambre para pedir su traslado a un módulo gallego y de esa forma poder estar cerca de su familia.