El caballo de Foto Barreiros murió en la aldea y el indio de la Marina todavía vive

alberto mahía A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

MARCOS MÍGUEZ

Tras los pasos de los iconos de la ciudad que sobreviven en la memoria colectiva

06 nov 2017 . Actualizado a las 19:37 h.

Hubo un tiempo en que los coruñeses se hacían tres fotos importantes a lo largo de su vida. La del Documento Nacional de Identidad, otra con el indio de la Marina y una tercera a lomos del caballo que foto Barreiros tenía frente a la comisaría de Policía. No había móviles entonces ni fiebre por retratarse hasta con un plato de lentejas. Pese a todo, no hay un coruñés que supere los cuarenta que no guarde en un cajón una imagen con esos iconos.

El indio

De la Marina al estudio de Fernando Pereira. Al indio solo le faltaba abrazarte para la foto. Permaneció en la puerta del Saloon durante nada menos que 27 años. Este gigantón, en contra de lo que pudiera parecer, no llegó de América, sino del Barrio de las Flores, concretamente del taller del escultor Figueiras. Un artista que cogió un trozo de madera de cerca de 150 kilos y casi lo vuelve humano. Ahora vigila los cuadros que el pintor coruñés Fernando Pereira tiene en su estudio. «Se lo compré a un tipo que vivía en la Ciudad Vieja. Él lo había adquirido cuando cerró el Saloon y subastaron el mobiliario. Le hice una oferta pero no quiso vendérmelo. Un par de años más tarde, en el 2000, me llamó y llegamos a un acuerdo», recuerda el pintor. El traslado de la pieza no fue fácil: «Pesa muchísimo. La peana está hueca, pero el resto es macizo, y son dos metros de madera muy complicados de mover. Contraté a alguien para que lo trasladase, y recuerdo que al verlo me dijo: ‘‘Oye, ¿este no es el que estaba en la Marina?’’. Todo el mundo lo recuerda».

En el 2002, el hermano del pintor Fernando Pereira abrió una pizzería en Riazor, frente a la Compañía de María, «y lo colocamos en la puerta. Allí estuvo casi dos años. La gente lo reconocía, y el propio Loquillo se sacó una foto con él. Son más o menos igual de altos, por cierto».

El caballo

Era de Barreiros, no de Paco. Una de los mayores injusticias de la historia coruñesa fue cambiarle el dueño y el apellido al caballo más famoso de la ciudad. Porque el equino de cartón que durante décadas estuvo frente a la Jefatura de Policía, en Méndez Núñez, no era el de Foto Paco, sino el de Foto Barreiros. El error persiste hoy en día. Cuando uno se mofa de un futbolista, se sigue diciendo: «es más lento que el caballo de Foto Paco». Mal dicho. Es de Foto Barreiros y hoy la hija del propietario cuenta que el caballo murió en su aldea, en Paderne. Allí se lo llevó a una finca. Y ahí falleció. «Era de cartón y ya tenía decenas de parches», recuerda la hija de Barreiros sobre el finado equino.

Derribo del Mercedes de Louzao
Derribo del Mercedes de Louzao KOPA

El mercedes amarillo

Nadie se apiadó de él. El modelo 115 de Mercedes que presidía en lo más alto el desaparecido concesionario Louzao, en la avenida de Alfonso Molina, frente a Matogrande, fue escombro el 3 de abril del año 2007. Patxi Usabiaga, propietario de la empresa que llevó a cabo la demolición del edificio, intentó salvarlo, pero nadie lo quiso. Ni de atrezo para una rotonda tan siquiera.