Santiago y A Coruña concentran las quejas por novatadas en Galicia

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CEDIDA

El Consejo de Colegios Mayores de España tiene un manifiesto contra esta práctica

05 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Impera la ley del silencio. Nadie habla de ello y por eso es muy complicado hacerse una idea exacta de la dimensión del fenómeno de las novatadas en la comunidad. Pero la asociación No más Novatadas, creada en A Coruña, habla de que está extendido. Extendido hasta el punto de que solo este año han recibido llamadas de hasta diez personas diferentes hablando de las novatadas que se han realizado en Santiago.

Lo explica la presidenta de este colectivo, Loreto G. Dopeso, que habla de un cambio de actitud y también del perfil de los que se deciden a saltarse esa omertá en lo que a novatadas se refiere. Al principio era el entorno familiar el que daba el paso, «pero llamaban solo para contarlo, no querían que se hiciese nada». Una especie de desahogo. Después, los que se atrevieron a alzar la voz eran los perjudicados. «Este año un afectado de Madrid nos ha dado su permiso para publicitar el testimonio, pero sin dar los datos». Y ahora, también los que las presencian lo cuentan.

¿Dónde ocurren las novatadas? La asociación No más Novatadas solo ha recibido quejas procedentes de A Coruña y Santiago, pero saben que tampoco Vigo se libra de estas prácticas. Prácticas que son más o menos graves y que tienen un importante componente de control y de sexismo, lamenta. Por ejemplo, a los novatos gallegos se les dice que tienen que ir peinados de determinada manera durante todo un mes, lo que tienen que comer, y algunas novatas han salido a la calle con genitales femeninos pintados en la cara. También simulan hacer felaciones a un plátano, por ejemplo. O salen cantando y pidiendo que les lancen agua o huevos. La última que ha trascendido ha sido el asalto a un colegio mayor femenino por novatos de uno masculino en A Coruña. Pero si hay una práctica que impera sobre las otras es el consumo de alcohol bajo presión, explican desde la asociación coruñesa.

Se pasa mal, sí. Hay lágrimas a principio de curso, sí. Pero no se denuncia. No más Novatadas solo tiene constancia de la apertura de una investigación judicial tras aquella batalla entre novatos en Santiago que a punto estuvo de costarle la vista a tres jóvenes porque alguien lanzó un detergente industrial a base de sosa cáustica. Nada más.

Concienciación

Pero se percibe un cambio. El Consejo de Colegios Mayores de España lanzó un manifiesto en el que rechazaba frontalmente este tipo de prácticas, que ya traen consigo sanciones por parte de los centros. «Curiosamente, aunque esta es una asociación nacida en Galicia, hemos trabajado mucho más y han mostrado más interés los colegios mayores y residencias de Madrid», aunque sí es cierto que algunos gallegos también han mostrado su sensibilidad.

«O problema é cando iso se emprega como ferramenta de abuso e acoso», explica Iria Figueroa, responsable de la asociación estudiantil Erguer, que explica que lo que se suele hacer es «empregar a relación veterana-novatada como relación de poder», hasta el extremo de mandarles que les hagan la cama o incluso que pasen sus apuntes a limpio.

¿Cuándo es una broma y cuándo una novatada?

«No, si son bromas». Esa es, quizá, la frase más escuchada a la hora de justificar las novatadas, junto a la de que no se obliga a nadie a participar en esas actividades. Pero no. Las bromas y las novatadas no son lo mismo. Para nada. La investigación de Ana Aizpún y de Ana García-Mina Freire deja bien claras las diferencias entre lo que es una broma de mejor o de peor gusto y lo que se convierte en una situación dominada por la coacción y la sumisión, o lo que es lo mismo, una novatada.

Porque eso, la situación de abuso de poder, es lo que define la novatada. Que además no ocurre en cualquier lugar y en cualquier momento, sino que está circunscrita a un ámbito temporal concreto -el primer mes del curso- y a un contexto determinado -el colegio mayor, la residencia, la facultad...- y se realizan en secreto porque están prohibidas.

Esas son algunas de las diferencias que establece la investigación de Aizpún, pero hay más. Uno de los rasgos fundamentales en las bromas es que se tiene en cuenta al receptor, hay empatía. Y quien las recibe puede a su vez hacerlas. En el caso de las novatadas, solo el veterano puede cebarse con el recién llegado. Nunca al revés. Y ese receptor de la novatada, en ocasiones, no puede parar lo que está ocurriendo, mientras que en el caso de las bromas sí. Otro de los rasgos que las diferencian son las potenciales consecuencias. En el caso de las novatadas, esas consecuencias negativas pueden darse. En el de las bromas, no.

«Es una violencia que está despersonalizada»

La psicóloga Ana Aizpún ha estudiado un fenómeno que se remonta a la Grecia clásica y que afecta a todos los implicados

t. montero

Ana Aizpún es psicóloga y una de las autoras de una investigación que se realizó en el año 2009 sobre el fenómeno de las novatadas, que ya aparecen en la República de Platón.

-¿Son un rito de iniciación?

-Exactamente. Las novatadas son como un rito de iniciación desvirtuado, que se ha tergiversado y ha acabado siendo una forma de maltrato entre iguales. En su origen, el objetivo sin duda era acoger a los recién llegados y enseñarles el funcionamiento de la institución, mantener la jerarquía entre los que llevaban un tiempo y los que acaban de llegar... Pero ahora son otra cosa.

-¿Por qué se repiten?

-En nuestra sociedad hay un profundo desconocimiento de las novatadas, porque es una realidad que no afecta a la mayoría de la población. Se mantienen porque son cosas muy arraigadas que se han ido alimentando gracias al silencio de las víctimas.

-Esas víctimas al año siguiente se convierten en agresores.

-Esto se produce por una cosa que se llama la disonancia cognitiva. Cuando una persona realiza actos que van en contra de sus principios o valores tiene que minimizarlo. Es un mecanismo de protección de la autoestima.

-Y se diluye la responsabilidad en el grupo.

-Es una violencia que está despersonalizada. No es María agrediendo a Pepa, es una veterana integrando a una novata. Los que humillan no se sienten responsables de estar hiriendo a nadie porque no lo hacen por su personalidad, porque lleven gafas... es parte de su rol como veterano.

-¿Qué consecuencias traen?

-Las consecuencias son para víctimas, agresores y observadores. Porque cuando una persona es testigo de un acto violento, de humillación o de abuso de poder, sí o sí queda marcado. La normalización de la violencia afecta a todas las personas que están alrededor de la misma.

-Lo peor es para las víctimas.

-Para una víctima es doblemente traumático si sufre una agresión y hay una persona que lo ve y no hace nada. Le dicen que tiene que hacer cosas humillantes y vejatorias para ser integrado. Ve que hay quien sabe que eso está ocurriendo y no hace nada. Y además le dicen que eso son bromas graciosas y que solo se quejan o se chivan los débiles, los pringados, los que no tienen lo que hay que tener para aguantarlo. Es un mensaje que cala muy hondo.