El botellón obliga a blindar el ombú del jardín de Méndez Núñez

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

CESAR QUIAN

Al árbol, único en la ciudad, lo dañan con orina y con navajas

01 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los efectos del botellón no dejan de perjudicar a los jardines de Méndez Núñez. Desde la asociación ecologista Arco Iris aseguran que la situación «es tan preocupante que los operarios de Jardines del Ayuntamiento tuvieron que colocar una coraza en las raíces y tronco de la especie ombú o bella sombra porque estaba siendo atacado con navajas, otros objetos punzantes y con orines», una información que ratificó Antonio, un empleado municipal.

«Le pusimos corcho y brezo y esperemos que sirva para algo, ya que si continúan atacándolo puede llegar a secarse y es el único ejemplar que hay en la ciudad», subrayó Antonio.

El ombú tiene una altura de 16 metros, más de 4 de perímetro de tronco y 15 metros de diámetro de copa. Es una especie oriunda y el árbol patrio de Argentina y su sombra ayuda a mantener la humedad del suelo «que beneficia a otras especies».

Pero además del ataque a las plantas y a los árboles, los días después de los botellones suelen amanecer con desperfectos de otra índole. Hace apenas unos días rompieron, por enésima vez, las agujas del reloj floral, graves daños también sufren las esculturas, la fuente o el equipo de medición de temperatura, viento o humedad, «y en la fuente ya ni se pueden soltar peces». Por ello, desde Arco Iris solicitan al Ayuntamiento «que se prohíban los botellones en los jardines».

Los jardines de Méndez Núñez son de los más antiguos de la ciudad. Datan de mediados del siglo XIX. Fueron inaugurados en 1868 y en 1871 se decidió bautizarlos con el nombre del ilustre marino gallego Casto Méndez Núñez.

Con el paso del tiempo se fueron construyendo emblemáticos edificios y levantando esculturas en memoria de importantes personajes de la vida social y cultural.

Dicen desde la asociación ecologista Arco Iris que en estos jardines hay plantadas «más de 500 especies cuyo valor puede alcanzar casi 6 millones de euros, además de su importancia para el medio ambiente y su belleza».

Sin embargo esta área de paseo y pulmón verde de la ciudad se convirtió desde hace años en el botellódromo de A Coruña. Las fiestas nocturnas, «casi siempre desenfrenadas arrasan con todo lo que hay allí».