Cien profesores de la UDC intercambian estrategias para transformar las clases

MONTSE CARNEIRO A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

Alumnos con ordenadores y apuntes a mano en la facultad de Informática de Elviña
Alumnos con ordenadores y apuntes a mano en la facultad de Informática de Elviña PACO RODRÍGUEZ

Series de televisión, redes sociales y usos tecnológicos irrumpen en un entorno en que la enseñanza virtual ya no es una opción

30 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A los profesores renuentes a bajar de la cátedra y mirar de cerca a los alumnos el Espacio Europeo de Educación Superior vino a complicarles la vida. Porque Bolonia, explica Enrique de la Torre, «pretendió implantarse a coste cero», sin ampliar las plantillas, lo que obligó a redoblar esfuerzos en unos años precarios de por sí a causa de la crisis, y porque el nuevo plan educativo trajo un cambio en la manera de concebir las clases, que ya no discurren (o no solo) con el profesor dispensando conocimientos y el estudiante recibiéndolos. Quedan rémoras, pero muchas menos que profesores comprometidos con sus alumnos a los que la transformación de Bolonia no cogió por sorpresa porque llevan años sosteniéndola.

Así se explica que más de un centenar de docentes de los campus de A Coruña y Ferrol acudieran el viernes pasado con sus estrategias para renovar las clases a las II Xornadas de Innovación organizadas por el Cufie, el centro dirigido por Enrique de la Torre que ofrece a la comunidad universitaria (también a los estudiantes, que parece que se enteran menos) cursos de formación gratuitos de provecho como edición de vídeo, igualdad y violencia de género, herramientas tecnológicas, técnicas de voz, gestión colaborativa de proyectos y cincuenta programas más.

Improvisar, ensayar

En Elviña se presentaron 34 comunicaciones y 16 pósters de experiencias promovidas por más de cien profesores, algunas con la urgencia y el desorden de las cosas que se improvisan para salir del paso, otras con un exigente y planificado trabajo anterior. «La idea es sacar a la luz buenas prácticas que se están llevando a cabo y no se conocen para ponerlas en valor, reconocerlas y también para aprender unos de otros», apunta De la Torre.

Una profesora de Enfermería que no sabía cómo transmitir a sus alumnos la complejidad de la violencia machista y por qué las heridas de una mujer no pueden tratarse desde un abordaje estrictamente fisiológico propuso realizar un vídeo -tarea para la que tampoco pudo dar muy precisas instrucciones- y los alumnos respondieron con una secuencia de viñetas sobre la evolución de la violencia a ojos de la familia de la víctima, de la que brotaron reflexiones valiosas.

Otra profesora expuso cómo incorporó Twitter a sus clases de literatura infantil y juvenil, agrupando a los alumnos en cuentas desde las que realizan búsquedas, publican fragmentos de obras e interactúan entre grupos, bajo el enunciado O cofre dos libros.

«Big Plant Theory»

También se presentó la Big Plant Theory, una derivada vegetal de la comedia televisiva estadounidense ideada por tres profesores del grado de Biología para hacer más digeribles dos materias de fisiología. Hubo exposiciones sobre First Dates y Arquitectura, iniciativas de debates sobre transgénicos con alumnos caracterizados con batas y maletines de Monsanto teniendo que ingeniárselas para defender a la transnacional, una metodología para aprender gallego por Whatsapp, encuestas sociológicas con validez científica entre la población (los amigos, la familia...) que eligiesen los alumnos, el estudio transversal del Romanticismo que habla de Goethe y del mineral denominado goethita...

Las herramientas tecnológicas en la universidad ya no son una opción. El profesor que no utilice el campus virtual no merece ser profesor, se escuchó el viernes. Es probable que tenga que buscar recursos por cuenta propia. Los fondos para formación docente no son suficientes y la carrera profesional valora más la investigación que la docencia. Tarea sencilla no es, resume Enrique de la Torre con elocuencia. «No basta que el profesor sepa para que el alumno aprenda».