Los «Vickers», fabricados en 1928, solo dispararon 23 proyectiles a lo largo de su medio siglo de vida, y nunca en un contexto bélico
25 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los cañones Vickers fabricados en 1928 fueron las joyas de la corona de las baterías que convirtieron la costa Ártabra, hasta los años 40 del siglo pasado, en una de las zonas litorales mejor protegidas del mundo. La del monte San Pedro, con dos cañones, formaba parte de ese sistema de artillería, aunque en realidad a lo largo de su medio siglo de vida no disparasen más que 23 proyectiles y nunca en un contexto bélico. El último cañonazo fue el 24 de octubre de 1977, cuando ya hacía tiempo que la evolución de la aviación había dejado obsoletos los viejos Vickers.
Y aunque ya sin uso militar, los cañones de San Pedro estaban destinados a seguir siendo objeto de admiración. En contra de lo que pasó con otras baterías que fueron abandonadas, las de A Coruña fueron cedidas en 1995 al Ayuntamiento para integrarlas en el parque del monte San Pedro. El proyecto ejecutado fue menos ambicioso de lo que se había pensado inicialmente, pero aun así miles de personas contemplan cada año los vestigios de una parte importante de la historia militar de la ciudad.