No hay obstáculo demasiado alto

Xosé Vázquez Gago
Xosé Gago A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

César Quián

Cinco mil personas participaron ayer en la prueba solidaria que llenó el paseo marítimo durante toda la mañana

23 oct 2017 . Actualizado a las 07:05 h.

En su cuarto año, la carrera de obstáculos por la integración Enki se consolida como una de las pruebas más multitudinarias de la ciudad (participaron cerca de 5.000 personas), y quizá como la más alegre de todas. Ayer corrieron equipos disfrazados de vaca, de diablesa, de los «minions», como Lara, que convenció a otros 35 amigos y familiares de Sada y A Coruña para venir después de pasarlo en grande el año pasado; de «Lady Bug y Catnoir, superhéroes modernos» como Eva Sánchez y su familia, que repiten porque «es solidaria, es asequible y es muy divertida». Tan divertida que termina con un carnaval, después de un baño de harina, otro de espuma, pasar entre cuerdas y neumáticos... siempre al ritmo de la música y el baile.

Claro que el principal objetivo de Enki es la integración de las personas con diversidad funcional, que fueron los grandes protagonistas de la competición junto con los niños. Los más pequeños lo pasaron de maravilla, aunque con tanto movimiento es fácil que se despisten. «Tengo cinco desaparecidos», bromeó al final de la prueba la locutora, casi rodeada de niños perdidos, aunque todos llegaron a su casa. En la carrera hubo caras conocidas, también el alcalde, Xulio Ferreiro, que resumió el día: «Todos o pasamos moi ben». Llegó a meta mojado y cubierto de harina. Cuando la locutora le dijo «cómo le han puesto», contestó con humor: «Estou acostumado».