Son personas que merecen la pena. Esa clase de trabajadores que además de cumplir con sus quehaceres diarios dedican su tiempo libre a ayudar a los demás. Ponen a disposición de otros sus habilidades, recursos e ilusiones. Un ejemplo son los trabajadores de Telefónica, que en las últimas horas realizaron distintas actividades solidarias con motivo del Día Internacional del Voluntariado. Con la colaboración de la Fundación Abracadabra ofrecieron un taller de magia a los usuarios de la residencia de mayores Meu Lar de Cáritas. Cabe recordar que este movimiento de voluntarios cumple 15 años, porque surgió a raíz de la tragedia del Prestige. Entonces, un grupo de trabajadores se organizó para venir a Galicia a ayudar a limpiar las playas. Esta semana lo que hicieron fue llenar los corazones de nuestros mayores de ilusión e ilusionismo.