¿Dónde se hace botellón en la ciudad?

Brais Capelán A CORUÑA / LA VOZ

A CORUÑA CIUDAD

PICADO

A pesar del repunte de los jardines, otras zonas se abarrotaron de jóvenes el sábado para beber en la calle

03 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya no se hace en la plaza del Humor. Ni en la plaza de Vigo. Ni siquiera en los portales cubiertos de la plaza de Lugo. Ahora, además de unos jardines de Méndez Núñez abarrotados de jóvenes, el botellón se celebra en otras calles de la ciudad.

La zona más concurrida es conocida por quienes la frecuentan como los floreros, en la calle Mantelería. «Se conoce por ese nombre por un bar que se llama igual y que sirve copas en vasos de más de un litro que se llaman floreros», señala un usuario. «Yo empecé haciendo botellón en el Humor, y ahora la moda es esta», dice una joven.

 ¿Cuál es el motivo? «Los bares que hay allí tienen copas baratas. Además del botellón, hay mucha gente por eso», afirman. Son los propios hosteleros de esa calle los que se encargan de recoger, una vez que la gente se desplaza hacia los locales de ocio, los numerosos restos de botellón que quedan en la zona. El sábado, a duras penas una persona era capaz de atravesar de un extremo a otro este callejón debido a la aglomeración de jóvenes. «Se quedan todos en la zona de bares porque donde están los contenedores -próximos a San Andrés- mea todo el mundo y huele mal», afirma otra participante.

Solo hay que cruzar la calle para encontrar otro punto donde hacer botellón. Se trata de la calle Vista, una zona que ha experimentado un gran cambio en la última década, con la apertura de numerosos locales de hostelería. Al igual que sucede en Mantelería, los jóvenes eligen este callejón por la presencia de locales con precios económicos.

Por otro lado, pese a que participantes en el botellón de los jardines de Méndez Núñez alertaban el sábado de multas en la zona, el palco de la música también acogió a varios grupos de jóvenes que realizaron botellón. Sí es cierto que el número de personas se ha reducido en los últimos meses como consecuencia del mayor control policial en la zona, pero no está, ni mucho menos, erradicada esta actividad.

«Puedes ir haciendo botellón de un lado a otro, nunca multan. En el Orzán pasa la policía y, aunque te vea con una botella en la calle, no se para», señala un joven.

Cristales en el Orzán

Pese a que el domingo por la mañana apenas había indicios que evidenciase que se había celebrado algún botellón la noche anterior, en las rocas del Orzán continuaba habiendo restos de cristales. Correspondían a botellas de cerveza y se encontraban muy próximos al mar.